Aceptaré la hora incierta
la muerte inminente
el rechazo que hiere.
Aceptaré la indiferencia de tantos
la incomprensión de los más cercanos.
Abrazaré mi cruz
y me atreveré a llamarla por su nombre
Todo lo haré en memoria Tuya.
Alzaré la vista en medio
de las lágrimas y el sudor
de mi cuerpo ya cansado
y te veré cercano y entregado.
Miraré a mi costado
y veré a tu Madre
acompañándome
en las horas más oscuras.
Adoraré tu fragilidad
contemplaré el misterio
de amor que se esconde
en tu vulnerabilidad
Me postraré ante Ti,
mi Cristo roto,
mi Cristo herido.
Me sabré protagonista
de tu Pasión y te sabré
conmigo y en mí.
Resucitaré a tu Vida nueva,
recobraré las fuerzas,
redoblaré la apuesta,
me arriesgaré por amor.