Hay una certeza que me acompaña dentro. Es la de saber que en este hoy estoy siendo. Saber y sentir que en este buscar el mejor modo de amarlos es cuando más es Dios en mí y en Él yo soy. Ayer mientras hacía un ejercicio de imaginación en el que charlaba con mi yo de aquí a 30 años, me veía andando en bici, llena de Vida, con paz y apasionada.
Vi que hacía lo que amaba y que al mirar atrás no me arrepentía. Confirmaba lo que intuí hace un tiempo, eso de que ‘nadie se arrepiente de lo que elige en libertad’. Y al mirar atrás veía un camino lleno de nombres y un andar lleno de la Presencia de Dios. Y me quedé tan confiada al saber que no necesito ya saber el cuento completo porque estoy segura de que si, como vengo haciendo, me tomo en serio mi vida, es decir, cada día de ella, no cabe duda de que seguiré tus huellas y que discernir tras discernir brillará siempre tu luz.
No cabe duda de que en mí vencerá tu amor. Y una vez más, yo solo puedo agradecer por tanto bien recibido y por recibir. Todo es gracia y en mí todo ha de pronunciar ‘gracias’.
Hacé la prueba y charlá con tu vos de acá a 30 años y rezá con lo que se mueve dentro. Dejá a Dios reinar en tu corazón y en tus deseos, ¡hacé la prueba y verás cuánta Vida hay! ¡Un hoy que desborda de Dios!