Este tercer Domingo de Cuaresma, la Iglesia como Madre nos invita a vivir la Palabra desde la alegría.
Celebramos el Domingo “Laetare” que quiere decir “alegría”. Contemplando los momentos difíciles en la vida de Jesús –y en nuestras vidas a la luz de Su vida-, podemos hacer como un “descanso” y quedarnos a contemplar la alegría. Pronto seremos invitados a vivir la Resurrección de Jesús.
Dios es pionero en oportunidades, no se cansa de esperarnos, su paciencia es infinita por ello la esperanza nos lanza desde dentro a confiar y regresar.
Muchas veces somos nosotros los que de una u otra manera nos cansamos y creemos no poder cosechar buenos frutos; es allí donde por pura obra de su Amor somos llamados a apostar por un mundo en el cual la alegría y la esperanza son realidad.
La Cuaresma está llegando a su etapa final, la Pascua se nos está haciendo cada vez más cercana, ¿te animas a esperar la vida de Jesús Resucitado?, ¿sos capaz de arriesgarte a cosechar frutos buenos en vos y en los demás?
Carolina Lizárraga, SSpS