Martes 14 de Enero del 2020 – Evangelio según San Marcos 1,21b-28

lunes, 13 de enero de
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Jesús entró a Cafarnaún, y cuando llegó el sábado, Jesús fue a la sinagoga y comenzó a enseñar. Todos estaban asombrados de su enseñanza, porque les enseñaba como quien tiene autoridad y no como los escribas.

Y había en la sinagoga un hombre poseído de un espíritu impuro, que comenzó a gritar: “¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido para acabar con nosotros? Ya sé quién eres: el Santo de Dios”.

Pero Jesús lo increpó, diciendo: “Cállate y sal de este hombre”.

El espíritu impuro lo sacudió violentamente y, dando un gran alarido, salió de ese hombre.

Todos quedaron asombrados y se preguntaban unos a otros: “¿Qué es esto? ¡Enseña de una manera nueva, llena de autoridad; da órdenes a los espíritus impuros, y estos le obedecen!”.

Y su fama se extendió rápidamente por todas partes, en toda la región de Galilea.

 

Palabra de Dios


Monseñor Ricardo Seirutti obispo auxiliar de Córdoba y delegado episcopal de la Pastoral de Juventud Argentina

 

¡Hola querida audiencia de Radio María! Este Martes ya en el tiempo durante el año, habiéndose cerrado ya que el ciclo de navidad, este Domingo con el bautismo de Jesús el río Jordán por Juan el bautista, la liturgia de hoy, nos regala este texto precioso del evangelio de San Marcos. Jesús, va el sábado a la sinagoga, allí en Cafarnaúm. Era una sinagoga importante y recordemos que los primeros tiempos, Jesús se instala ahí, en la Galilea, en la ciudad de Cafarnaúm.

Jesús que participa del culto ¿no?. Va varias veces. En los 4 evangelios nos cuenta que Jesús asiste al culto, a lo comunitario. Comparte con sus amigos, con sus vecinos y también enseña allí. Enseña y entonces en este caso nos dice que quedaron todos asombrados de cómo enseñaba Jesús ¿no? ¡Porque enseñaba con autoridad !.

Jesús tiene autoridad en sí mismo y entonces Él mismo enseña con autoridad. Enseña las cosas del reino, las cosas de Dios, las cosa que le hacen bien al hombre. Entonces, por eso, ante este hecho que va a ocurrir, la expulsión de estos demonios de un hombre que está allí. Jesús buscando el bien del hombre y los demonios dicen “¿que quieres de nosotros?”. Y entonces Jesús, sin decirlo, quiere ”la salud de este hombre” y entonces los expulsa y el hombre ¡queda bien!.

La gente va a preguntar, justamente sobre la “autoridad de Jesús”: “que es esto” y enseña de una manera nueva. Y ahí está, su autoridad. Es una manera novedosa con la que enseña: “su palabra” es ¡la buena nueva!. Y entonces, para esto ha venido Jesús. Jesús ha venido y ahí está su autoridad para enseñarnos: un nuevo estilo de vida, una nueva palabra, la buena noticia, que nos viene para hacer el bien a todos. Quién lo escucha con autoridad, quién recibe su palabra, seguramente empieza a caminar y vivir de una manera totalmente nueva.

Que bueno preguntarnos este Martes: ¿cómo recibo la enseñanza de Jesús? ¿La escucho todos los días, escucha la palabra, la consultó? ¿Me detengo muchas veces a rezar en ella? ¿Cómo recibo esta enseñanza de Jesús? ¿La recibo con autoridad en mi vida? ¿o respondo “yo” desde un autoritarismo “ a mí me parece así”, “así se debe hacer”? ¿Escuchó la voz de Jesús que me enseña de una manera nueva con esta autoridad sencilla, tierna, que busca el bien?