Hermanos en tu búsqueda y en tu Encuentro

miércoles, 26 de mayo de
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Acompañar no es guiar.
Acompañar es saber estar,
es caminar a la par,
saberse hermano en la búsqueda.
Es ser testigos y partícipes del Misterio.

Para acompañar solo hace falta una cosa:
Ser consciente de la propia fragilidad
y haber experimentado
la misericordia de Dios Padre.
Solo eso basta.
Somos pecadores que han sido llamados a servir.

Acompañar es servir
y servir es aprender a amar
al modo de quien se hizo
servidor de todos por amor.
Al modo de Jesús.

Acompañar es regalo y es responsabilidad,
es invitación y respuesta
Es despojarse para recibir
Es aprender a gustar la gratuidad
Es también reconocer
la necesidad de dejarnos acompañar.
Es sabernos prescindibles
Es sostener la esperanza cuando la vida pesa
Es saber ver semillas de Vida que luchan por crecer en los corazones de quienes acompañamos
Es animar a otros a crecer en libertad
Es luchar con nuestro ego para que siempre venza en nuestro interior la voluntad de Dios
Es dejarnos guiar y habitar por su Espíritu
Es sabernos llamados a compartir lo que se nos ha dado
Es darnos,es darTe, es amarTe.
Y cautivados por tu Misterio, seguirTe
Allí donde tu Espíritu nos quiera llevar.

Acompañar y dejarnos acompañar
es un modo de vivir en fraternidad,
hermanos en tu búsqueda y en tu Encuentro.