Ir

martes, 7 de febrero de
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Ir no como quien lleva a Dios

sino como quien lo va a encontrar.

 

Ir sin todas las certezas

confiando en la invitación.

Irse achicando de a poco,

empezar a desinflarse de toda vanidad,

desatarse los cordones que atan.

 

Descalzarse para andar despacio

en este mundo arrebatado,

elegir el ritmo,

plantarle cara al egoísmo,

cerrarle la puerta a la urgencia,

descentrarse para ver

que hay otros que esperan,

ni son tantos, ni están tan lejanos,

Cristo vive al lado

mientras nosotros naufragamos

declarándonos perdidos

en busca de quimeras

 

Ciegos de yo,

vamos tras otras banderas,

que no son la de Cristo

pobre y sencillo

sino otras

lejanas y vacías.

 

Oh Cristo de los mares,

vuélveme a tu amor,

para que convertido el corazón

te ame a Ti

que esperas por mí.