Padre, me pongo en tus manos
saca de raíz mi desesperanza
corta las ramitas secas
de mi cansancio acumulado
Aquí estoy, erguida desde mi raíz,
sostenida por tu amor
que me llama constantemente a la Vida
Ven, Tú, jardinero de mi corazón
haz de mí lo que tú quieras
riégame con el agua de tu Fuente
Que sea mi presencia buena nueva
que conduzca a Ti,
que hable de Ti.
Sea este árbol sombra de mis hermanos
sean tus podas acogidas
con profunda alegría
al saber que algunas cosas
deben morir para que otras
mucho más tuyas
emerjan a la vida
Oh, Señor, tú sabes
que mi vida se sostiene
y se nutre de tu amor
y que yo ya no puedo
ni quiero vivir de otro modo
que no sea teniéndote a Ti dentro
y a Ti fructificándome fuera
Solo siento que vivo si habito tu Presencia
Si Tú, Señor, haces de mi corazón abono
y me brotas a la vez que me floreces en mil ternuras
Querido Padre, Jardinero y Señor
de mis días y de mi corazón
hágase en mí según tu voluntad.