Jesús es regalo. Marta solo tiene que aceptar.

jueves, 14 de julio de

Contemplación de San Lucas 10, 38-42

Marta limpia con agitación. Está apurada, quiere terminar el proceso. Mira de lejos a Jesús y a María. Quisiera estar ahí, saber de qué charlan pero primero lo primero y lo primero ahora es lo urgente, el deber, el orden total, perfecto, acabado.

 

Marta no sabe aún que cuando termine de limpiar el mueble se habrá ensuciado el piso. La Presencia de Jesús es regalo ahora y ella se niega al Amor encarnado, no se lo permite. Jesús no le pide el orden total sino que basta su buena voluntad de haber dado lo mejor de sí, ahora es tiempo de gustar.

No después sino ahora, en medio del proceso. Jesús es regalo. Marta solo tiene que aceptar.

¿Aceptará? ¿Aceptaré?

Ojalá que sí porque Jesús me pide lo posible, porque Jesús ama mi ‘ir yendo’, mis procesos, mi ser en construcción.