Jueves 06 de Octubre de 2022 – Evangelio según San Lucas 11,5-13

lunes, 3 de octubre de
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Jesús dijo a sus discípulos: “Supongamos que alguno de ustedes tiene un amigo y recurre a él a medianoche, para decirle: ‘Amigo, préstame tres panes, porque uno de mis amigos llegó de viaje y no tengo nada que ofrecerle’, y desde adentro él le responde: ‘No me fastidies; ahora la puerta está cerrada, y mis hijos y yo estamos acostados. No puedo levantarme para dártelos’. Yo les aseguro que aunque él no se levante para dárselos por ser su amigo, se levantará al menos a causa de su insistencia y le dará todo lo necesario. También les aseguro: pidan y se les dará, busquen y encontrarán, llamen y se les abrirá. Porque el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abre. ¿Hay entre ustedes algún padre que da a su hijo una piedra cuando le pide pan? ¿Y si le pide un pescado, le dará en su lugar una serpiente? ¿Y si le pide un huevo, le dará un escorpión? Si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a aquellos que se lo pidan!”.

 

 

 

Palabra de Dios

 

 

Te invito a rezar con el Evangelio del día de hoy jueves 6 de Octubre. Ahí encontramos una linda imagen, se nos revela un rostro de Dios que nos invita a pedir.

Jesús nos alienta a pedir con confianza. El fundamento de esa confianza reside en la bondad de Dios. Pedir sin miedos. Pedir sin segundas intenciones. Pedir con franqueza. Del otro lado tenemos a un Dios que quiere que nosotros seamos felices.

A menudo nuestra práctica religiosa está sujeta a ciertas imágenes de Dios que no motivan nuestra apertura. Por eso, textos como el de este día nos pueden ayudar a corregir esa mirada. La oración de petición no es un premio por portarse bien, sino que es expresión de una fe muy grande en la bondad de Dios.

En este día te invito a que podamos abrir nuestro corazón para acercar a Dios nuestras peticiones, nuestras necesidades, nuestras búsquedas, nuestros deseos. Hagámoslo con la confianza de un Dios que es bueno, que es como un padre bueno.

Que Dios los bendiga y la Virgen María los cubra con su manto.