Jueves 12 de Noviembre de 2020 – Evangelio según San Lucas 17,20-25

lunes, 9 de noviembre de
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Los fariseos le preguntaron cuándo llegará el Reino de Dios. El les respondió: “El Reino de Dios no viene ostensiblemente, y no se podrá decir: ‘Está aquí’ o ‘Está allí’. Porque el Reino de Dios está entre ustedes”.
Jesús dijo después a sus discípulos: “Vendrá el tiempo en que ustedes desearán ver uno solo de los días del Hijo del hombre y no lo verán. Les dirán: ‘Está aquí’ o ‘Está allí’, pero no corran a buscarlo. Como el relámpago brilla de un extremo al otro del cielo, así será el Hijo del hombre cuando llegue su Día. Pero antes tendrá que sufrir mucho y será rechazado por esta generación.”

 

Palabra de Dios

Padre David Pintos sacerdote de la Diócesis de San Ramón de la Nueva Orán

 

 

Frente a la pregunta de los Fariseos de cuándo llegará el Reino de Dios, Jesús les dijo: “El Reino de Dios no vendrá de forma espectacular… el Reino de Dios ya está entre ustedes”.

¿Qué querrá decir Jesús con esta expresión? ¿El Reino de Dios ya está en nosotros? ¿Qué es el Reino de Dios? En estas últimas semanas de lo que queda de este año litúrgico vamos a escuchar muchas veces en las lecturas sobre el Reino de Dios y que estaría muy bien que meditemos sobre él.

Una vez escuche decir a un Obispo, Monseñor Jorge Lugones, cuando preguntaba en la Misa a los Jóvenes ¿Qué es el Reino de Dios?, él les dijo que el Reino de Dios es Jesús. Qué respuesta más sencilla y más clara.

Y Jesús tiene razón cuando dice que el Reino de Dios está entre nosotros, porque él está con nosotros. Está más cerca que nosotros mismos. Por eso no tenemos que buscar el Reino de Dios en lugares lejanos, porque está cerca. Dios está cerca, está en las cosas sencillas de todos los días y muchas veces nosotros no lo reconocemos. Estamos tan acostumbrados a lo escpectaluar, a lo llamativo, al jolgorio en todos los sentidos. Pensamos muchas veces que Dios solamente está en los eventos grandes, masivos, llamativos, espectacular, en medio de las bombas y luces, en medio de lo ruidoso. Y no es tan así.

Santa Teresita decía “Si Dios solamente estaría en las manifestaciones extraordinarias lo viviríamos muy poco. Y Dios es un Dios de lo ordinario”. Dios es un Dios sencillo, Dios de lo sencillo, es un Dios de lo cotidiano. Y Teresita nos dice que a ese Dios sencillo tenemos que llegar a verlo.

El Reino de Dios está en tu corazón. No lo busques en otro lado, búscalo dentro de ti, en tu corazón, en tu alma, en tu ser. El Reino de Dios está en vos. Por eso como los Santos de lo ordinario podemos llegar a lo extraordinario.