Jueves 13 de Julio de 2023 – Evangelio según San Mateo 10,7-15

martes, 11 de julio de
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Jesús dijo a sus apóstoles:Por el camino, proclamen que el Reino de los Cielos está cerca.Curen a los enfermos, resuciten a los muertos, purifiquen a los leprosos, expulsen a los demonios. Ustedes han recibido gratuitamente, den también gratuitamente.”No lleven encima oro ni plata, ni monedas,ni provisiones para el camino, ni dos túnicas, ni calzado, ni bastón; porque el que trabaja merece su sustento.Cuando entren en una ciudad o en un pueblo, busquen a alguna persona respetable y permanezcan en su casa hasta el momento de partir.Al entrar en la casa, salúdenla invocando la paz sobre ella.Si esa casa lo merece, que la paz descienda sobre ella; pero si es indigna, que esa paz vuelva a ustedes.Y si no los reciben ni quieren escuchar sus palabras, al irse de esa casa o de esa ciudad, sacudan hasta el polvo de sus pies.Les aseguro que, en el día del Juicio, Sodoma y Gomorra serán tratadas menos rigurosamente que esa ciudad.

Palabra de Dios

Padre Sebastian Zagardi | Sacerdote de la Diócesis de San Nicolás

Hoy en el Evangelio escuchamos el envío misionero de Jesús a los apóstoles. Pero estas palabras, este envío de Jesús, no es algo que quedó en el pasado, 2000 años atrás. Sino que se actualiza constantemente en todo tiempo en la vida de la Iglesia. Por eso es un envío que también nosotros – vos y yo – recibimos hoy.

Y la misión que Jesús nos da es la misma misión de Él: no estamos llamados a “hacer la nuestra” o a “cortarnos solos”, sino a poner nuestros pies en las huellas de Jesús. Por eso Jesús a los apóstoles les dice: “Por el camino proclamen que el reino de los cielos está cerca”. El mismo anuncio con el que Él empezó su predicación. Hacer presente el reino, testimoniar la cercanía de Dios: esa es la misión que tenemos los discípulos de Jesús. Y por eso todas las cosas que Jesús confía a los apóstoles, y que Él mismo hace, tienen que ver con esa presencia: “curen a los enfermos, resuciten a los muertos, purifiquen a los leprosos, expulsen a los demonios”. Son todos signos de la presencia del reino. Son todos signos de la cercanía de un Dios que ama y que, porque ama, quiere sanar, quiere dar vida, quiere purificar, quiere liberar. Entonces esa es la misión que tenemos, esa es la misión que Jesús nos confía hoy también a nosotros: testimoniar con nuestra vida la cercanía de Dios.

Y para cumplir con esta misión no necesitamos demasiadas seguridades humanas, ninguna en realidad: “no lleven oro, ni plata, ni monedas, ni provisiones, ni túnicas, ni calzado, ni bastón”. Jesús nos quiere libres porque lo que tenemos para compartir no es algo que sea nuestro, sino que es un don, es un regalo. Por eso nos dice: “ustedes recibieron gratuitamente, den también gratuitamente”. Se trata de compartir con los demás el regalo que un día nosotros recibimos: el regalo de conocer a Jesús, el regalo de la fe, el regalo de la experiencia del amor fraterno. Eso es lo que estamos llamados a compartir.
Por eso me viene a la mente algo que el Papa Francisco nos decía casi al comienzo de su pontificado: “Si uno de verdad hizo una experiencia del amor de Dios que lo salva, no necesita mucho tiempo de preparación para salir a anunciarlo, no puede esperar que le den muchos cursos o largas instrucciones. Todo cristiano es misionero en la medida en que se encontró con el amor de Dios en Cristo Jesús”.

Nosotros un día nos encontramos con este amor de Dios en Cristo Jesús, experimentamos esa cercanía de Dios que nos salva, eso es lo que estamos llamados a compartir: ese amor, esa presencia, esa cercanía, esa misericordia, es lo que tenemos que compartir. A eso nos envía Jesús… ¿y dónde? Ahí donde estamos, con los que compartimos cotidianamente la vida, con los que Dios va cruzando en nuestro camino, ahí estamos llamados a vivir esta misión, ahí estamos llamados a hacer presente este anuncio con el testimonio de la vida.

Nosotros creemos en un Dios cercano, en un Dios que nos ama y que nos enseña a amar. Esa es la misión. Por eso hoy Jesús estas palabras me las dice a mí, te las dice a vos. Hoy estamos llamados a cumplir con esta misión. En el día de hoy Jesús nos pondrá personas y situaciones en las que tendremos que vivir este testimonio de la cercanía de Dios. Estemos con el corazón abierto y con el corazón atento para poder responderle a Jesús y vivir esta misión que nos confía.