Jueves 13 de Junio del 2019 – Evangelio según San Mateo 5,20-26

jueves, 13 de junio de
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Jesús dijo a sus discípulos:

Les aseguro que si la justicia de ustedes no es superior a la de los escribas y fariseos, no entrarán en el Reino de los Cielos.

Ustedes han oído que se dijo a los antepasados: No matarás, y el que mata, debe ser llevado ante el tribunal. Pero yo les digo que todo aquel que se irrita contra su hermano, merece ser condenado por un tribunal. Y todo aquel que lo insulta, merece ser castigado por el Sanedrín. Y el que lo maldice, merece la Gehena de fuego.

Por lo tanto, si al presentar tu ofrenda en el altar, te acuerdas de que tu hermano tiene alguna queja contra ti,
deja tu ofrenda ante el altar, ve a reconciliarte con tu hermano, y sólo entonces vuelve a presentar tu ofrenda. Trata de llegar en seguida a un acuerdo con tu adversario, mientras vas caminando con él, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al guardia, y te pongan preso. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo.

 

Palabra de Dios

 


P. David Pintos sacerdote de la diócesis de San Ramón de la nueva Orán

 

¿Cómo tiene que ser el modo de ser del Cristiano? O ¿Qué debería prevalecer en el corazón del cristiano? Y yo diría como dice San Pablo en la carta a los filipenses “Tener los mismos sentimientos de Cristo Jesús”. En la vida de todo creyente debería prevalecer en el corazón los sentimientos de Jesús, tener un corazón como el de él. Un corazón grande para amar. Un corazón compasivo y misericordioso. Un corazón que perdona. Un corazón lleno de amor.

Creo que nuestra vida se debería orientar hacia el tener un corazón como el de Jesús.  Por eso el Señor en el Evangelio de hoy nos da puntos muy precisos para hacer. Hoy Jesús nos dice que en nosotros no debería existir la división, ni las peleas, ni el odio. En el corazón de los que dicen creer en Jesús no debería existir la división, rechazo u odio. Si hay esos sentimientos en el corazón debería replantearse todo y ver en Jesús esta creyendo. Porque quienes creen verdaderamente en Jesús trabajan todos los días en ser un poco más como él.

Hoy le vamos a pedir a Jesús que nos dé la gracia de tener un corazón como el de él. Que si en nuestro corazón hay sentimientos de odio o división su amor nos purifique y nos de la gracia de perdonar. Y se lo pedimos especialmente en este mes del Sagrado Corazón con una oración que realizaremos todos los días “Jesús manso y humilde de corazón, haz mi corazón semejante al tuyo”.