Jesús dijo a la multitud:”Les aseguro que no ha nacido ningún hombre más grande que Juan el Bautista; y sin embargo, el más pequeño en el Reino de los Cielos es más grande que él.Desde la época de Juan el Bautista hasta ahora, el Reino de los Cielos es combatido violentamente, y los violentos intentan arrebatarlo.Porque todos los Profetas, lo mismo que la Ley, han profetizado hasta Juan.Y si ustedes quieren creerme, él es aquel Elías que debe volver.¡El que tenga oídos, que oiga!”
En Mateo 11,11-15 el la Palabra de Dios nos invita a contemplar la figura de Juan el Bautista, el precursor, el que prepara los caminos del Señor, el más grande de los nacidos de mujer, él es Elías, va a decir Jesús, es decir presencia fogoza y luminosa que purifica y que clama “reparen los caminos se acerca un tiempo de novedad”.
En este tiempo necesitamos de esa voz en nuestro corazón; hay por delante algo nuevo que se abre para nosotros, dejemos lo de atrás, diría el apóstol San Pablo, y nos lancemos adelante, consideremos todo nada, a luz de la presencia de Cristo Jesús, nuestro Señor.
Esto es lo que anuncia Juan: la presencia de la totalidad en Cristo, y por lo tanto, la relatividad de todo a razón de lo absoluto de Dios en Jesús. Que ahí podamos encontrar nuestra fuerza y que Juan el Bautista nos guíe en el camino.