Jesús tomó la palabra y dijo: “Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré. Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio. Porque mi yugo es suave y mi carga liviana.”
Escuchamos un fragmento del Evangelio según San Mateo que parece puesto a propósito para esta altura del año donde estamos rindiendo exámenes y entrando en la previa de las vacaciones de invierno. Con todo esto se empieza a sentir el cansancio, el esfuerzo acumulado.
Para este tiempo, para este momento, para el día de hoy escuchamos las palabras de Jesús que nos invita a ir a Él, que nos invita a encontrar descanso en Él. “Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados y yo los aliviaré”, dice Jesús.
En este tiempo con todo lo que estamos viviendo, con todo lo que estás viviendo te invito a tomar en serio estas palabras de Jesús. Tomar en serio esta invitación de Jesús de manera tal que tus cansancios tus esfuerzos tus desgastes propios del año propios de este tiempo los vivas en soledad, sino que sean oportunidad para encontrarte con Jesús. Él nos espera, Él espera para recibir y acompañar nuestros esfuerzos, nuestras cargas. Te deseo de corazón que Dios te bendiga y que la Virgen María te cubra con su manto.