Jueves 18 de Marzo del 2021 – Evangelio según San Juan 5,31-47

jueves, 18 de marzo de
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Jesús dijo a los judíos: “Mi Padre trabaja siempre, y yo también trabajo”.

Pero para los judíos esta era una razón más para matarlo, porque no sólo violaba el sábado, sino que se hacía igual a Dios, llamándolo su propio Padre.

Entonces Jesús tomó la palabra diciendo: “Les aseguro que el Hijo no puede hacer nada por sí mismo sino solamente lo que ve hacer al Padre; lo que hace el Padre, lo hace igualmente el Hijo.

Porque el Padre ama al Hijo y le muestra todo lo que hace. Y le mostrará obras más grandes aún, para que ustedes queden maravillados.

Así como el Padre resucita a los muertos y les da vida, del mismo modo el Hijo da vida al que él quiere.

Porque el Padre no juzga a nadie: él ha puesto todo juicio en manos de su Hijo, para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que lo envió.

Les aseguro que el que escucha mi palabra y cree en aquel que me ha enviado, tiene Vida eterna y no está sometido al juicio, sino que ya ha pasado de la muerte a la Vida.

Les aseguro que la hora se acerca, y ya ha llegado, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios

 

 

Palabra de Dios

Monseñor Ricardo Seirutti obispo auxiliar de Córdoba y delegado episcopal para la Pastoral de Juventud Argentina

 

Jesús dijo a los judio, dice, “si yo diera testimonio de mí mismo, mi testimonio no valdría, pero hay otro que da testimonio de mi yo se que ese testimonio es verdadero, ustedes mismo mandaron a preguntar a Juan y él ha dado testimonio de la verdad”.

El testimonio de Juan que inaugura la obra evangélica de Jesús, está dando testimonio desde aquel río Jordán, ha señalado a sus discípulos, ese es el cordero de Dios que quita el pecado del mundo.

Juan da testimonio de Jesús: ¡en el nacimiento del evangelio!

Y Jesús después va a enviarnos durante toda su vida pública, va a enviarnos, justamente a dar testimonio de Él.

Estamos caminando nuestra cuaresma, ya estamos en la cuarta semana ¡qué lindo! ¿no? y seguramente, seguramente cada uno de ustedes, está viviendo como puede, pero sinceramente, este camino hacia la Pascua ¿no?

En todo esto que estamos viviendo:

Nuestra oración,
Nuestro ayuno
Nuestra penitencia.
Nuestra limosna, de este tiempo.

Lo primero que tenemos que pensar: ¿por qué lo hacemos?  ¡Eh!

¿Es por Jesús y para mayor gloria de Dios?

O es simplemente por vivir este tiempo de Cuaresma, y decir: “bueno, tengo que hacer todas estas cosas”.

Y lo segundo: En todo “esto” : En mi oración, en mi limosna, en ayuno, en mi penitencia,

¿También recuerdo que estoy enviado a testimoniar a Jesús?

¿Que soy su discípulo? ¿su discípula?

¡Enviados, a dar testimonio de su nombre y de su obra!

Y es más: cuando lo anuncio ¿digo la obra que ha hecho en mi vida? ¿Cuento a los demás, lo que ha hecho Jesús por mí y en mi?

¡Nos animemos!  ¡Jesús va con nosotros ! Jesús va con nosotros y su testimonio son palabras vivas de su vida y de su obra entre nosotros. ¿Por que no contar a los demás lo que va haciendo mi?

Un abrazo a todos y que Dios los bendiga.