Jesús dijo a sus discípulos: Cuando oren, no hablen mucho, como hacen los paganos: ellos creen que por mucho hablar serán escuchados. No hagan como ellos, porque el Padre que está en el cielo sabe bien qué es lo que les hace falta, antes de que se lo pidan.
Ustedes oren de esta manera: Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre, que venga tu Reino, que se haga tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a los que nos han ofendido. No nos dejes caer en la tentación, sino líbranos del mal. Si perdonan sus faltas a los demás, el Padre que está en el cielo también los perdonará a ustedes. Pero si no perdonan a los demás, tampoco el Padre los perdonará a ustedes.
Que lindo en este día Jesús nos enseña algo muy importante para tenerlo muy en cuenta . Esa enseñanza es la gran confianza con la que nos debemos dirigir a nuestro Padre Dios. No debemos temerle, al contrario, debemos tenerle mucha confianza a tal punto de saber que nuestro Padre Dios nos conoce y sabe que es lo que necesitamos. Debemos confiar y saber que nuestro Padre Dios nos dará siempre lo que más necesitemos para estar bien y ser felices, nos dará todo aquello que queramos alcanzar.
Pero para poder alcanzar de Dios lo que queremos debemos confiar muchísimo en él y no dudar. Muchos Santos son los que captaron esta enseñanza de Jesús y nos enseñan a confiar absolutamente en Dios, entre ellos esta Santa Teresita que nos dice que “la confianza y sólo la confianza es la que debe conducirnos al amor”.
Después de enseñarnos sobre la confianza que debemos tener al Padre Dios cuando nos dirigimos a el, Jesús nos enseña también la oración del Padre Nuestro. Esta oración que es muy completa y muy linda porque en ella está todo lo que necesitamos para nuestras vidas. Por eso estaría bueno que en este día nos detengamos a meditar punto por punto la oración del Padre Nuestro y a rezarlo muy pausadamente para encontrarme toda la riqueza que se encuentra dentro de esta oración magnifica. Muchas veces esta oración la rezamos a las apuradas o de manera automática sin saber lo que estamos pidiendo o rezando. Es por eso que cuando recemos el Padre Nuestro, lo recemos de corazón.
Hoy pidamos la gracia de la confianza absoluta en nuestro Padre Dios, de saber que él nos conoce y está pendiente de lo que más necesitamos para nuestra vida. Y también pedir la gracia de saber que es lo que rezamos en el Padre Nuestro y de rezarlo de corazón siempre.
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