Jueves 22 de Junio de 2023 – Evangelio según San Mateo 6,7-15

lunes, 19 de junio de
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Jesús dijo a sus discípulos:Cuando oren, no hablen mucho, como hacen los paganos: ellos creen que por mucho hablar serán escuchados.No hagan como ellos, porque el Padre que está en el cielo sabe bien qué es lo que les hace falta, antes de que se lo pidan.Ustedes oren de esta manera: Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre,que venga tu Reino, que se haga tu voluntad en la tierra como en el cielo.Danos hoy nuestro pan de cada día.Perdona nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a los que nos han ofendido.No nos dejes caer en la tentación, sino líbranos del mal.Si perdonan sus faltas a los demás, el Padre que está en el cielo también los perdonará a ustedes.Pero si no perdonan a los demás, tampoco el Padre los perdonará a ustedes.

Palabra de Dios

Padre Sebastian Zagari | Sacerdote de la Diócesis de San Nicolás

El evangelio de este jueves nos lleva de vuelta al sermón de la montaña, a ponernos en esta actitud de discípulos que queremos escuchar al Maestro, que queremos dejarnos guiar por su voz, que queremos aprender de Él. Y justamente el pasaje de hoy nos trae enseñanza muy importante para nuestra vida como cristianos, que es la del padrenuestro.

Sobre el padrenuestro podríamos hablar, pensar, reflexionar muchísimas cosas. Y de hecho así lo hicieron muchos en la historia de la Iglesia, tantos santos, tantos maestros de espiritualidad, el mismo Catecismo de la Iglesia. Pero creo que lo que hoy nos puede ayudar es reflexionar cuál es la actitud que está de fondo en la oración del padrenuestro, cuál es la actitud que Jesús quiere despertar en nosotros cuando nos enseña el padrenuestro.

Y el Evangelio empieza diciendo: “cuando oren, no hablen mucho como hacen los paganos, porque ellos creen que por hablar mucho van a ser escuchados”. Esa actitud, que sería la incorrecta, escondía un poco esto de presentarle a Dios un discurso bien preparado, con muchas motivaciones, con muchas razones, como queriendo convencerlo de que lo que le pedían era lo que Él tenía que hacer. Y Jesús dice: no es esa actitud con la que tienen que acercarse a rezar, no es esa actitud con la que tienen que dirigirse a Dios.

Y ahí nos enseña la actitud correcta, la que está de fondo y la que es el corazón del padrenuestro, que justamente es la confianza filial. Jesús nos invita a dirigirnos a un Dios que es padre y que nos ama, y a hacerlo con la confianza de un hijo. De hecho nos dice: el Padre sabe muy bien lo que ustedes necesitan antes que ustedes se lo digan. No tenemos que andar convenciendo a Dios con muchos argumentos de lo que nosotros queremos que haga sino que se trata de ponernos con mucha confianza en el corazón del Padre Dios. Se trata de hablarle con esa confianza de un hijo con su papá. Y la oración del padrenuestro expresa eso. Expresa que nosotros sabemos que Dios nos ama, sabemos que Dios quiere nuestro bien, sabemos que Dios conoce muy bien lo que necesitamos… y tantas veces nos damos cuenta que lo sabe mucho mejor que nosotros mismos incluso.

Y por eso le hablamos, por eso con esa confianza le pedimos, por eso con esa confianza lo alabamos, por eso con esa confianza dejamos en su corazón nuestras necesidades, y con esa confianza nos dirigimos a Él no de una manera egoísta sino de una manera comunitaria: por eso le decimos padre “nuestro”.

Esa es la actitud con la cual Jesús nos invita a rezar. No es hablar mucho. Santa Teresa, en todo caso diría: se trata de amar mucho. Y porque se trata de amar mucho, porque se trata de ir con mucha confianza a un padre que nos ama, también eso implica aprender a ser hermanos, aprender a vivir la fraternidad, y por eso Jesús termina el padrenuestro, de alguna manera lo redondea con esa última enseñanza: si ustedes no perdonan sus faltas tampoco van a tener el perdón del Padre. Es decir, rezar el padrenuestro, ir con confianza a hablarle a un Dios que es padre y que nos ama, quiere decir también aprender a ser hermanos, aprender a perdonarnos, aprender a tenernos paciencia, aprender a mirarnos y a tratarnos con amor. Esa actitud también está de fondo en el padrenuestro y así es como Jesús quiere que recemos: con un corazón que está dispuesto al perdón, a la reconciliación, a la misericordia.

Ojalá que en este jueves podamos rezarle así: con esta confianza, con este amor y con esta disposición para el perdón. Dios los bendiga.