Jueves 26 de Marzo del 2020 – Evangelio según San Juan 5,31-47

miércoles, 25 de marzo de
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Jesús dijo a los judíos: Si yo diera testimonio de mí mismo, mi testimonio no valdría. Pero hay otro que da testimonio de mí, y yo sé que ese testimonio es verdadero.

Ustedes mismos mandaron preguntar a Juan, y él ha dado testimonio de la verdad. No es que yo dependa del testimonio de un hombre; si digo esto es para la salvación de ustedes.

Juan era la lámpara que arde y resplandece, y ustedes han querido gozar un instante de su luz. Pero el testimonio que yo tengo es mayor que el de Juan: son las obras que el Padre me encargó llevar a cabo. Estas obras que yo realizo atestiguan que mi Padre me ha enviado.

Y el Padre que me envió ha dado testimonio de mí. Ustedes nunca han escuchado su voz ni han visto su rostro, y su palabra no permanece en ustedes, porque no creen al que él envió. Ustedes examinan las Escrituras, porque en ellas piensan encontrar Vida eterna: ellas dan testimonio de mí, y sin embargo, ustedes no quieren venir a mí para tener Vida. Mi gloria no viene de los hombres.

Además, yo los conozco: el amor de Dios no está en ustedes. He venido en nombre de mi Padre y ustedes no me reciben, pero si otro viene en su propio nombre, a ese sí lo van a recibir. ¿Cómo es posible que crean, ustedes que se glorifican unos a otros y no se preocupan por la gloria que sólo viene de Dios? No piensen que soy yo el que los acusaré ante el Padre; el que los acusará será Moisés, en el que ustedes han puesto su esperanza. Si creyeran en Moisés, también creerían en mí, porque él ha escrito acerca de mí. Pero si no creen lo que él ha escrito, ¿cómo creerán lo que yo les digo?”.

 

Palabra de Dios

P. David Pintos, sacerdote de la Diócesis de San Ramón de la Nueva Orán

 

En el Evangelio de hoy más allá de que Jesús nos habla sobre la incredulidad durísima de los fariseos, a pesar de que con sus propios ojos vieron los milagros que realizó Jesús como testimonio concreto de que él es el Mesías enviado por Dios Padre.

¡Hoy le vamos a pedir al Señor mucha fe! Estamos confiados en que Dios está haciendo nuevo todo, confiados en que Dios está haciendo su obra, que de todo el mal que estamos viviendo en estos tiempos Dios triunfará con el bien. Y todos nosotros seremos testigos de este hermoso milagro que nos llevará a nosotros a no separarnos nunca de nuestro buen Dios! Todo estará bien, Jesús está con nosotros.