Jesús les decía: “¿Acaso se trae una lámpara para ponerla debajo de un cajón o debajo de la cama? ¿No es más bien para colocarla sobre el candelero? Porque no hay nada oculto que no deba ser revelado y nada secreto que no deba manifestarse. ¡Si alguien tiene oídos para oír, que oiga!”.
Y les decía: “¡Presten atención a lo que oyen! La medida con que midan se usará para ustedes, y les darán más todavía. Porque al que tiene, se le dará, pero al que no tiene, se le quitará aun lo que tiene”.
¡Queridos hermanos! ¡Familia de Radio María!
Este Jueves el texto del evangelio es de San Marcos y comienza diciendo Jesús a la multitud: “¿Acaso se trae una lámpara para ponerla debajo de un cajón o debajo de una cama?. ¿No es más bien para colocarla sobre el candelero?.”
Nos está hablando el Señor del mensaje que nos trae para nuestra vida, que es un mensaje de luz, de total luz. Si a eso también agregamos que el Señor mismo nos regala el don del bautismo, su presencia, la presencia de su Espíritu en nosotros mismos, debemos sabernos: “LUZ”, como Él.
De hecho cuando celebramos la Pascua, ponemos mucho hincapié en esto, esta luz del Señor resucitado está entre nosotros ¿Cómo vivimos nosotros como lámparas, como luz que lleva el mensaje a otros, el mensaje de Jesús? ¿Cómo vimos esa luz que Jesús ha puesto en nosotros para otros? ¿La escondo? ¿La hago ver? ¿La hago brillar? ¿La apago a veces?
La fe me dice que por el bautismo soy discípulo de Jesús y es un discípulo en su luz, en su brillantez.
¡Animarme a llevarla a otros, a entregarla a otro! Los cristianos somos luz en el mundo
¡Jamás, jamás, jamás! podemos pensar que llevamos “oscuridad” o que somos oscuridad.
Y los demás deben vernos también como esa luz Animarme hoy a rezar esto: ¡Soy Luz porque Jesús ha puesto su luz en mi!
¿Cuanto la entrego, la regalo, la dono, la anunció a los demás?
Un abrazo grande y que Dios los bendiga a todos.