El que viene de lo alto está por encima de todos. El que es de la tierra pertenece a la tierra y habla de la tierra. El que vino del cielo da testimonio de lo que ha visto y oído, pero nadie recibe su testimonio. El que recibe su testimonio certifica que Dios es veraz. El que Dios envió dice las palabras de Dios, porque Dios le da el Espíritu sin medida. El Padre ama al Hijo y ha puesto todo en sus manos. El que cree en el Hijo tiene Vida eterna. El que se niega a creer en el Hijo no verá la Vida, sino que la ira de Dios pesa sobre él.
El evangelio de hoy,es el de Juan, muchas cosas hice pero me quedo con esto de “el Padre ama al Hijo y ha puesto todo en Sus manos”. Esto lo sabemos con el corazón y sabemos que ama al Hijo y a toda la obra que hizo, por eso lo resucitó ,y por eso nos resucita a nosotros.
Pero que lindo escuchar la voz del mismo Jesús “Y ha puesto todo en Sus manos”. ¿Alguna vez rezamos sabiéndonos en las manos de Jesús? ¿Alguna vez, ante distintas preocupaciones o dificultades que vamos viviendo, nos sabemos en las manos de Jesús? Todo lo que está en sus manos no puede caerse, porque nos sostiene, porque nos cuida, nos consuela. Estamos en las manos de Jesús, el Padre, por amor al Hijo nos ha puesto en sus manos.
Que tal si hoy vivimos el día sabiéndonos en las manos de Jesús, sabiéndonos sostenidos por él, así en los dos cuencos juntos de sus manos, en las palmas de las manos de Jesús.
Un abrazo que Dios lo bendiga.