Jueves 5 de Diciembre del 2019 – Evangelio según San Mateo 7,21.24-27

miércoles, 4 de diciembre de
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Jesús dijo a sus discípulos: “No son los que me dicen: ‘Señor, Señor’, los que entrarán en el Reino de los Cielos, sino los que cumplen la voluntad de mi Padre que está en el cielo.

Así, todo el que escucha las palabras que acabo de decir y las pone en práctica, puede compararse a un hombre sensato que edificó su casa sobre roca. Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa; pero esta no se derrumbó porque estaba construida sobre roca.

Al contrario, el que escucha mis palabras y no las practica, puede compararse a un hombre insensato, que edificó su casa sobre arena.
Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa: esta se derrumbó, y su ruina fue grande”.

 

Palabra de Dios


 

Padre David Pintos sacerdote de la Diócesis de San Ramón de la Nueva Orán

 

Estamos en nuevo tiempo, el tiempo del Adviento donde se nos invita a prepararnos bien para la llegada del Señor. Es un tiempo de espera, de una espera activa. Y una de las mejores formas de esperarlo al Señor es vivir a fondo el Evangelio. Una de las mejores formas de esperar a Jesús es afianzándonos más y más en sus enseñanzas y también la puesta en práctica de la misma. Teniendo una vida coherente es una buena forma de estar bien preparados, es una buena forma de mostrar que vivir las cosas de Dios es lo mejor que podemos hacer. Pero vivir, escuchar y hacer las cosas que nos pide Dios pero desde el corazón. Que lo que nosotros mostramos afuera, las actitudes y las obras, sea realmente lo que vivamos en el interior, que nuestras obras vengan desde nuestras convicciones internas.

Jesús lo que más quiere de nosotros es que seamos discípulos convencidos, que realmente nuestra fe en él esté fundamentada en una roca solida, de tal manera que como dice el Evangelio, puedan venir los torrentes, los vientos, los terremotos. Pero nuestra fe seguirá intacta porque esta fundamentada en Dios realmente. Que nuestro amor a Jesús sea sólido y no superficial. Que realmente le amemos de verdad escuchando y poniendo en práctica sus enseñanzas.

¿Mi fe en Jesús está fundada en roca firme? ¿Cuál es mi actitud de escucha ante las enseñanzas del Evangelio? ¿Pongo en práctica lo que aprendo de Jesús? ¿Cumplo con la voluntad de Dios para mi vida?

Lo hermoso de este tiempo es que podemos volver a renovarnos y a afianzarnos más y más en el amor firme hacia Jesús. A vivir el Adviento de una manera intensa, profunda y seria. Que estos días de preparación para la llegada del Señor sean provechosos para cada uno de nosotros. Que este Evangelio de hoy nos ayude leer todos los días la palabra de Dios y hacer obras de bien. Que tengan una bendecida jornada.