Jueves 7 de Enero de 2021 – Evangelio según San Mateo 4,12-17.23-25

martes, 5 de enero de
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Cuando Jesús se enteró de que Juan había sido arrestado, se retiró a Galilea. Y, dejando Nazaret, se estableció en Cafarnaún, a orillas del lago, en los confines de Zabulón y Neftalí, para que se cumpliera lo que había sido anunciado por el profeta Isaías: ¡Tierra de Zabulón, tierra de Neftalí, camino del mar, país de la Transjordania, Galilea de las naciones! El pueblo que se hallaba en tinieblas vio una gran luz; sobre los que vivían en las oscuras regiones de la muerte, se levantó una luz.  A partir de ese momento, Jesús comenzó a proclamar: “Conviértanse, porque el Reino de los Cielos está cerca”. Jesús recorría toda la Galilea, enseñando en las sinagogas, proclamando la Buena Noticia del Reino y curando todas las enfermedades y dolencias de la gente. Su fama se extendió por toda la Siria, y le llevaban a todos los enfermos, afligidos por diversas enfermedades y sufrimientos: endemoniados, epilépticos y paralíticos, y él los curaba. Lo seguían grandes multitudes que llegaban de Galilea, de la Decápolis, de Jerusalén, de Judea y de la Transjordania.

 

Palabra de Dios

Padre David Pintos sacerdote de la Diócesis de San Ramón de la Nueva Orán

 

En el Evangelio de hoy vemos cómo fue el inicio del ministerio público de Jesús. Jesús comienza la Misión de anunciar la buena noticia del Evangelio, la conversión de los pecados y la sanación a los enfermos. Jesús cuando comenzó su Misión no se quedó quieto, salió a evangelizar a todos los pueblos, pueblos con familias que necesitaban un mensaje de esperanzas, una luz que alumbre las tinieblas, como nos cuenta el Evangelio. Llevaban a Jesús a los enfermos y endemoniados y él los sanaba. Porque Jesús no es indiferente a quienes se acercan a él.

Talvez hoy, o quizás todo el año, también deberíamos estar atento a la precencia de Jesús que ilumina y sana. Tenemos que saber que a pesar de todo, Jesús está en medio de su Pueblo. Cómo celebramos en estás fiestas de la Navidad, Dios está con nosotros! Por eso mantengamos viva la esperanza.

En este año nuevo, que estamos comenzando, acojamos en nuestras vidas el Evangelio, que viene hacia nosotros, que es luz en medio de las tinieblas; acojamos a Jesús en nuestro corazón que nos trae sanación y salvación.