Después de haber lavado los pies a los discípulos, Jesús les dijo: “Les aseguro que el servidor no es más grande que su señor, ni el enviado más grande que el que lo envía. Ustedes serán felices si, sabiendo estas cosas, las practican. No lo digo por todos ustedes; yo conozco a los que he elegido. Pero es necesario que se cumpla la Escritura que dice: El que comparte mi pan se volvió contra mí. Les digo esto desde ahora, antes que suceda, para que cuando suceda, crean que Yo Soy. Les aseguro que el que reciba al que yo envíe, me recibe a mí, y el que me recibe, recibe al que me envió”.
En este día tenemos la bendición de escuchar y meditar el Evangelio que está ubicado en el contexto de la última cena, momento dónde Jesús nos abre su corazón y nos da su amor. Es en la última cena dónde el Señor nos deja el Don del Sacerdocio, el Don de la Eucaristía y también el Mandamiento del Amor. Y hoy escuchamos decirle, después de haberles lavado los pies a los Discípulos, “Ustedes serán felices, si sabiendo éstas cosas, la practican”. Nos habla del ser felices, del cómo ser felices verdaderamente. Nos da las llaves para la felicidad. ¿En qué conociste la felicidad entonces? En vivir y disfrutar lo que Jesús nos dejó y regalo: La Eucaristía, el Sacerdocio y la Caridad, el Mandamiento del Amor! Si vivimos esos dones que Jesús nos regaló de seguro que seremos felices, y felices de verdad!
Que lindo recordar esto en éste tiempo de Pascua, de no olvidarnos de lo importante, de lo esencial! La felicidad está más cerca de lo que nos imaginamos, no debemos buscarla lejos, está muy cerca, en tu corazón, Jesús está ahí y tenés que dejar que actúe en Vos!
Pero ¿En tiempos de cuarentena, dónde no podemos salir, se puede ser feliz? Pues claro que Sí!!! En tiempos de Pandemia si podemos ser felices! ¿Cómo? Si bien no podemos ir a los Templos, la Santa Misa por los medios de comunicación y la asistencia de los Sacerdotes lo tenemos cerca, no se imaginan todo lo que nuestros Pastores hicieron en estos tiempos para estar cerca de cada uno de ustedes y cómo los extrañan en sus Comunidades. Podemos participar de la Santa Misa hoy en día y realizar la comunión espiritual. Podemos estar cerca de Jesús por medio de esos sacramento. ¿Y el Mandamiento del Amor, las obras de caridad? En esto también se ha despertado la creatividad y es hermoso ver, que a pesar de estos tiempos, muchos hermanos se dan el trabajo de ayudar a los más necesitados. Basta con preguntar, averiguar y ver la forma de también dar una mano y ayudar! Por qué eso sí lo podemos hacer, ayudar! Fíjate en tu Comunidad, en tu Pueblo y Barrio que seguro podrás dar tu contribución para ayudar!
Ojalá que nunca nos olvidemos de lo esencial que nos dejó Jesús y en este día le pidamos vivir de corazón sus dones para ser felices.
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