Julio, mes misionero

martes, 23 de julio de

Durante mucho tiempo, el mes de julio, fue para mi el mes misionero. Es que nos preparábamos fuerte para viajar durante las vacaciones de invierno a distintos parajes de Tres Isletas en la Provincia de Chaco donde las religiosas de Jesús María tienen allí comunidad y servicio.

Nos reuníamos varios grupos misioneros de los distintos colegios de Jesús María de Argentina y Uruguay y entregábamos una semana del receso invernal para compartir nuestras vidas con nuestros hermanos chaqueños.

Si bien sigo teniendo contacto con estos grupos y ahora mismo me gustaría estar allá misionando con ellos, Dios me ilumina con las palabras de Eclesiastés 3, 1-9: “Hay bajo el sol un momento para todo, y un tiempo para hacer cada cosa…”. Es que ahora mi misión está en mi familia, con mi esposa y mis hermosos tres hijos. Deseamos ser una familia misionera, que sale al encuentro de los demás, que no busca su propio interés, que quiere amar y servir a Dios en lo cotidiano de todos los días. Este es nuestro gran desafío porque debemos buscar y hallar a Dios en las corridas al colegio, en el trato con nuestros compañeros de trabajo, en la enseñanza con mis alumnos porque soy docente, en el dialogo con mi esposa y nuestros hijos aún cuando el cansancio nos venza y se acaba el día.

Quizás, querido hermano y hermana, hoy te puedas preguntar: ¿Cuál es tu misión? ¿Qué es lo que te llena y te hace feliz? Estas son preguntas que a mí personalmente me direccionan y orientan cuando estoy un poco perdido en la vorágine de lo cotidiano. No puedes quedarte atado al pasado pero sí puedes actualizar tu misión.

Fui feliz misionando y hoy soy feliz con mi familia y los pasos que vamos dando. Seguramente Dios nos prepare el camino para que un día podamos ir los cinco a compartir nuestra vida con mis hermanos chaqueños.

No te olvides… que hay un tiempo para hacer cada cosa. Te abrazo en Jesús, nuestro amigo.

 

Comunidad de misión año 2013 – Lote 20 chico – Tres Isletas – Chaco