La resistencia a amar

lunes, 19 de octubre de
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Me negaba a conocer China y fue el primer país al que viaje.

Me negaba ir a Madrid y ahí me tocó vivir.

Londres nunca fue una opción en mi lista, hasta que me cambiaron el vuelo.

Me niego a las grandes ciudades, y en ellas caigo.

Me niego a tanta sensibilidad y todo me atraviesa las entrañas.

Basta con negarme para que aquello suceda.

Será cuestión de aceptar más y negar menos.

Será cuestión de que, quizás, algún día, dejemos de resistir y querer controlar lo que nos sucede.

Sera cuestión de que, por fin, algún dia dejemos de resistirnos a Dios, y así, con Él, nos entreguemos a AMAR TODO.

 

Agustín Gonzalez