Lo que vos quieras, Señor

miércoles, 17 de julio de
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¿Cuántas veces estuve, Señor, vencida por el desánimo? ¿Cuántas sufriendo porque las cosas no salían como yo quería? Tantas, Jesús, me sentí perdida, preguntándome por el para qué de mi vida… Pero entonces volvía a Vos, pidiendo que fuera lo que vos quisieras. Te visitaba en el Sagrario, vencida, dejándote, a veces, las preocupaciones cotidianas, y otras, también las decisiones más importantes. Fue en esos momentos cuando, desde lo más profundo, te pedí “hágase Tu voluntad”, aun sintiendo miedo, aun sabiendo que tus planes podrían ser diferentes de los míos, no ser aquellos que el mundo exigía. Mas, qué paz sentí cuando dejé las cosas en tus manos; qué seguridad, cuando llena de dudas supe que tus proyectos para mí eran los que realmente iban a hacerme feliz.

Hoy, como tantas veces, frente a los pequeños problemas que me inquietan el corazón; frente a las decisiones que cuestan; frente a un mañana que apremia; vuelvo a pedirte que sea lo que vos quieras, que en mí se haga Tu voluntad, sabiendo que mis inquietudes descansan en Vos, mi Certeza. Hoy pongo mi vida en tus manos, y en Vos espero con fe.