Los restos de Carlo Acutis serán trasladado a Asís este año

martes, 26 de febrero de

26/02/2019 – El “ciber apóstol” Carlo Acutis (1991-2006) fue un adolescente de nuestra época, similar a otros muchos. Ocupado con los estudios, con los amigos, gran apasionado de las notebooks y de la informática. Al mismo tiempo era un gran amigo de Jesucristo, participaba a diario en la Eucaristía y confiaba sus sacrificios a la Virgen María. A los 15 años de edad le descubren una leucemia y fallece a los 10 días. Ofreció su vida y sus sufrimientos por el Papa y la Iglesia. Su caso ha suscitado una profunda admiración en todo el mundo y muchos anticipan que será el próximo “patrono de internet”.

El Papa Francisco firmó el decreto que reconoce las virtudes heróicas de Carlo el 5 de julio del 2018 declarándolo venerable. Este año, el Miércoles 23 de enero de 2019, los restos mortales del Venerable Carlo Acutis, según lo establecen las leyes canónicas, fueron exhumados y trasladados a un lugar adecuado. Entre el 5-6 de abril está previsto el traslado definitivo de sus restos a Asís, respetando su deseo que había manifestado en un video antes de conocer su enfermedad.

Se difundió la noticia de que al exhumar su cuerpo estaba en perfectas condiciones e “incorrupto”. Sin embargo, el postulador de su causa de beatificación informó que “con respecto al estado de conservación del cuerpo es prematuro cualquier juicio, siendo que se están llevando a cabo las verificaciones necesarias por parte del personal médico”.

El 27 de Febrero el Vicepostulador de la Causa de Beatificación, el Pbro. Marcelo Tenorio, informó que el estudio de un posible milagro atribuido a la intercesión del Venerable Carlo Acutis ha concluido su fase diocesana. Será enviado a la Santa Sede para su estudio final, y, si se comprueba que hubo un milagro, sólo faltaría la firma del decreto por el Santo Padre que permitiría la beatificación del venerable.  Fueron varios los milagros enviados a Roma. De ellos la Santa Sede elige uno que es el que se investiga. En este caso el presunto milagro ocurrió en Brasil.

Carlo sigue despertando admiración, y sobretodo, deseos de santidad entre los adolescentes y jóvenes.

 

 

“Había un atractivo en él”

Carlo tenía un carácter fuerte, decidido. Su pasión por la informática le lleva a estudiar nuevos programas. También le encantaba jugar a la play station con sus amigos. En clase – primero en el instituto de la plaza Tommaseo de las Hermanas Marcelinas y luego con los jesuitas en el Liceo León XIII – era amigo de todos, pero sobre todo de los más necesitados. Sus compañeros, incluso los no creyentes, querían estar con él. Le pedían consejo y ayuda. Le buscaban. Porque con Carlo se estaba a gusto, había algo atractivo en él. A pesar de que no le gustaban las modas. Se enfadaba cuando su madre quería comprarle un segundo par de botas. No le interesaba.

Nunca escondió cuál era la fuente de su felicidad. En su habitación, tenía un gran cuadro de Jesús que estaba a la vista de todos. Invitaba a sus compañeros a ir juntos a misa, a reconciliarse con Dios. En un cuaderno escribió: «La tristeza es dirigir la mirada hacia uno mismo, la felicidad es dirigir la mirada hacia Dios. La conversión no es otra cosa que desviar la mirada desde abajo hacia lo alto. Basta un simple movimiento de ojos». Al ser preguntado sobre su manera de orar tanto tiempo en presencia de Jesús Sacramentado, él responde sinceraramente: “No hablo con palabras, sólo me recuesto sobre su pecho, como San Juan en la Cena”.

En el barrio, todos le conocían. Cuando pasaba en bicicleta se paraba a saludar a los porteros, muchos de ellos extracomunitarios de religión musulmana e hindú. Les hablaba de sí mismo, de su fe. Y ellos escuchaban a aquel muchacho tan simpático y afable. A la hora de comer, guardaba la comida que sobraba en recipientes que le llevaba a las personas sin hogar que vivían en la zona.

En su casa trabajaba como asistente doméstico Rajesh, un brahmán hindú. Entre él y Carlo nace una profunda amistad, hasta el punto de que Rajesh se convirtió y pidió recibir los sacramentos. Cuenta Rajesh: «Me decía que sería más feliz si me acercaba a Jesús. Pedí el Bautismo cristiano porque él me contagió y cautivó con su profunda fe, su caridad y su pureza. Siempre le consideré como alguien fuera de lo normal, porque un chico tan joven, tan guapo y tan rico normalmente prefiere llevar una vida distinta». Pero Carlo no sabía qué significa una “vida distinta”. El dinero, está convencido, no se puede malgastar. Con sus primeros ahorros compró un saco de dormir para el mendigo que veía camino de la misa en Santa Maria Segreta. También hacía donativos a los capuchinos de viale Piave, que dan de comer a los sin techo.

En 2002 acompañó a sus padres al Meeting de Rímini. Su madre iba a participar en un encuentro para presentar el Piccolo catechismo eucaristico (Pequeño catecismo eucarístico). Quedó fascinado por la gente y las exposiciones que vio. Y entonces se le ocurrió una idea: una exposición sobre los milagros eucarísticos. Cuenta Antonia Acutis: «Estaba convencido de que la gente así podría darse cuenta de que verdaderamente en la ostia y en el vino consagrado están el cuerpo y la sangre de Cristo. Que no hay nada simbólico, sino que es la posibilidad real de encontrarse con Él. En ese momento colaboraba en la catequesis y creía que este sería un modo nuevo de acercar al Misterio eucarístico».

«Tienen que ver». De vuelta a Milán, se puso manos a la obra. Sus conocimientos de informática fueron de gran ayuda. Se dedicó a ello en cuerpo y alma. Se documentó, pidió a sus padres que le acompañaran en un viaje por Italia y Europa para recabar material fotográfico. Implicó a todo el mundo y “agotó” a tres ordenadores. Tres años después, la exposición estaba lista. Por un boca a boca inesperado, empezó a recibir solicitudes no sólo desde las diócesis italianas sino del mundo entero.

 

Oración oficial para solicitar la Beatificación y Canonización del Siervo de Dios Carlo Acutis

Oh Padre,
que nos has dado el testimonio ardiente,
del joven Siervo de Dios Carlo Acutis,
que convirtió la Eucaristía en el centro de su vida
y la fuerza de su dedicación cotidiana
para que los demás también Te amaran sobre todas las cosas,
haz que pueda
formar parte de los Beatos y los Santos de tu Iglesia.

Confirma mi fe,
alimenta mi esperanza,
fortalece mi caridad,
a imagen del joven Carlo,
que, creciendo en estas virtudes,
ahora vive a Ti.
Concédeme la gracia que tanto necesito…

Confío en Ti, Padre,
y en tu amadísimo Hijo Jesús,
en la Virgen María, nuestra dulcísima Madre,
y en la intercesión de Tu Siervo Carlo Acutis.

Novena a Carlo Acutis