Lunes 12 de Agosto de 2019 – Evangelio según San Mateo 17,22-27.

jueves, 8 de agosto de
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Mientras estaban reunidos en Galilea, Jesús les dijo: “El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres:lo matarán y al tercer día resucitará”. Y ellos quedaron muy apenados. Al llegar a Cafarnaún, los cobradores del impuesto del Templo se acercaron a Pedro y le preguntaron: “¿El Maestro de ustedes no paga el impuesto?”.

“Sí, lo paga”, respondió. Cuando Pedro llegó a la casa, Jesús se adelantó a preguntarle: “¿Qué te parece, Simón? ¿De quiénes perciben los impuestos y las tasas los reyes de la tierra, de sus hijos o de los extraños?”.

Y como Pedro respondió: “De los extraños”, Jesús le dijo: “Eso quiere decir que los hijos están exentos. Sin embargo, para no escandalizar a esta gente, ve al lago, echa el anzuelo, toma el primer pez que salga y ábrele la boca. Encontrarás en ella una moneda de plata: tómala, y paga por mí y por ti”.

 

 

Palabra del Señor


P. Nicolás Retes sacerdote de la Arquidiócesis de Buenos Aires

Queridos amigos de Radio María Joven, el evangelio de hoy nos presenta a Jesús preocupado por no escandaliza, a la gente, quizás más sensible o que se fija mucho en el cumplimiento de La Ley y de ciertas costumbres.

Jesús en el principio de este evangelio según San Mateo capítulo 17, los versículos 22 al 27 que acabamos de escuchar, nos habla del: “Anuncio de su pasión”. Ya cuenta lo que le va a ocurrir. Este desenlace, este final que va a ser la muerte y la resurrección y se lo dice abiertamente a sus discípulos. Pero luego los presenta en Cafarnaúm este diálogo esta pregunta que le hacen a Pedro: si el maestro usted, si Jesús, ¿paga el impuesto?

Una costumbre de la época, recordemos que el pueblo judío estaba sometido por los romanos y por lo tanto tenían que pagar una alta cantidad de impuestos y bueno esto era mal vistos si no se hacían:  Tanto por los ciudadanos romanos, que eran los que imponían esta carga al pueblo. Como por el propio pueblo, que sabía que de alguna manera se quería liberar de ellos pero que no podía. Y que tenía ciertas reglas y costumbres que cumplir.

 

Jesús no sólo se refiere al pago de los impuestos acá, si no también está todo el tema de las costumbres y los preceptos que ellos cumplen, entonces:  ¿Jesús cumple La Ley? Podemos decir que sí.

Pero Jesús trae algo nuevo, esta nueva ley que va traer Jesús es el Espíritu Santo. Ese Espíritu que se mueve en la libertad, ese Espíritu que nos hace una nueva creación -si lo recibimos con fe- por lo tanto, ciertas costumbres Jesús la sigue cumpliendo, como la del impuesto, como explica hoy aquí, que en realidad, estarían exentos de pagarlo, pero sin embargo para no escandalizar a las conciencia más débil, siempre es necesario entonces no solamente tener fe, sino obrar en consecuencia.

Lo que Jesús quiere evitar aquí entonces es el escándalo. La Ley siempre sirve como un preceptos, nos indica el camino que tenemos que seguir. Pero cuando hemos abrazado la fe en Cristo, hemos recibido el bautismo, se nos abre ya en nosotros un nuevo horizonte.  Tenemos la posibilidad de amar de un modo nuevo y por lo tanto ya no solamente cumplimos La Ley, sino que buscamos ir “más allá” de La Ley . La ley del Amor, la ley que es el Espíritu Santo.

 

Esta nueva ley que nos invita a pasar, “a exceder” los límites de lo que “la letra de La Ley” marca y por lo tanto, nos invitas hacer siempre obras de la caridad. Cuando se vive en el amor, siempre realizamos más allá de lo que pide La Ley y muchas veces como dice este evangelio, la caridad está en no escandalizar a nuestros hermanos más cercanos.

Por eso hoy, la pregunta es: ¿a quiénes nosotros, quizás con nuestros gesto, con nuestras actitudes, con nuestras obras podemos estar escandalizado? No a propósito, no porque nos propusimos hacerlo pero quizás ciertas costumbres nuestras a otros no los ayuda a crecer.

Estaría lindo poder hacer un buen examen de conciencia y preguntarnos: Bueno ¿en qué podemos crecer? ¿qué más nos pide el Señor que mejoremos? Siempre que nos conduzca el Espíritu Santo, su Espíritu de Amor nos va a llevar justamente, no sólo a anunciaba el reino si no, que ese reino de Dios crece en los gesto de caridad, en las obras de misericordia.

Que el Señor nos regale entonces seguir avanzando en el seguimiento de Jesús y en la construcción de su reino. ¡Que tengas un lindo día! ¡Muchas Bendiciones!