Lunes 13 de Mayo del 2019 – Evangelio según San Juan 10, 11-18

lunes, 13 de mayo de
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Jesús dijo: Yo soy el buen Pastor. El buen Pastor da su vida por las ovejas. El asalariado, en cambio, que no es el pastor y al que no pertenecen las ovejas, cuando ve venir al lobo las abandona y huye. Y el lobo las arrebata y la dispersa. Como es asalariado, no se preocupa por las ovejas.

Yo soy el buen Pastor: conozco a mis ovejas, y mis ovejas me conocen a mí –como el Padre me conoce a mí y yo conozco al Padre– y doy mi vida por las ovejas. Tengo, además, otras ovejas que no son de este corral y a las que debo también conducir: ellas oirán mi voz, y así habrá un solo rebaño y un solo Pastor. El Padre me ama porque yo doy mi vida para recobrarla. Nadie me la quita, sino que la doy por mí mismo. Tengo el poder de darla y de recobrarla: este es el mandato que recibí de mi Padre».

 

Palabra del Señor

 


P. Héctor Lordi monje benedictino del Monasterio de Los Toldos

Cristo se presenta en este evangelio como el buen Pastor. Es una hermosa imagen. Nosotros tuvimos ovejas en el monasterio, y uno de los novicios era el pastor. A la mañana temprano las sacaba del corral. Estaban todo el día sueltas pastando, y a la tardecita las volvía a encerrar. El iba adelante y les silbaba. Ellas ya se habían acostumbrado a su silbido y cuando silbaba comenzaban a encaminarse hacia el corral. Sin ninguna violencia iban despacito al corral, entraban y luego el pastor les cerraba la tranquera. Ahí quedaban resguardadas hasta el otro día. Cristo es el pastor, mostros sus ovejitas y cuida de cada uno de nosotros. Nos lleva al corral, como imagen de la Iglesia. Si alguna vez nos apartamos, y todos tuvimos esa experiencia, fue a nuestro encuentro. Tal vez nos encontró enredados en medio de las espinas y lastimados. Es una imagen del pecado que esclaviza y lastima. Pero con ternura nos fue curando las heridas, nos puso en sus hombros y con cariño nos trajo de nuevo al rebaño que es imagen de la Iglesia.

Hay momentos de soledad que es bueno. Lo que es malo es el aislamiento. Debemos ver cuando la ovejita está sola. En general está con la majada. Si está sola debajo de un árbol y está por parir, es bueno porque es fecundidad. Es la soledad del santo que busca estar solo para orar y encontrarse con Dios. Pero a veces la oveja está aislada y es porque está abichada, y esto es malo porque está enferma y sufre.

Jesús ama tanto a sus ovejitas que da la vida por ellas. El peón que es pagado, cuando viene el lobo se borra. No les interesan las ovejas sino salvar su pellejo. Y esto porque no son suyas, no las quiere, solo le interesa la plata y hace su trabajo a media. Cuando tendría que cuidarlas del lobo. ¿Qué es la imagen del lobo? Son todos los perversos y malvados que buscan hacernos daño. Hay gente buena, pero también hay mucha gente mala. Tenemos que cuidarnos y estar atentos. Y confiar más en Jesús el buen pastor que nos está cuidando. El nunca nos abandona, somos nosotros quienes lo abandonamos a él.

Hay otras ovejas que no son del corral pero que Jesús también conduce. Pensaba en nuestros hermanos protestantes. También son cristianos, aunque no católicos, que siguen a Cristo y aceptan su evangelio. Pero son ovejas que duermen en un corral diferente porque no aceptan al Papa. Jesús que es un Pastor bueno también las cuida, las conduce, y habla de un día que habrá un solo rebaño y un solo Pastor. Tenemos que trabajar siempre en un ecumenismo e ir creando esa unidad deseada por Cristo. Debemos ayudar con nuestra palabra, con nuestra oración, con nuestro testimonio, trabajando con empeño por la unidad de los cristianos.