Lunes 14 de Septiembre del 2020 – Evangelio según San Juan 3,13-17

viernes, 11 de septiembre de
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Jesús dijo a Nicodemo: «Nadie ha subido al cielo, sino el que descendió del cielo, el Hijo del hombre que está en el cielo.
De la misma manera que Moisés levantó en alto la serpiente en el desierto, también es necesario que el Hijo del hombre sea levantado en alto, para que todos los que creen en él tengan Vida eterna.

Sí, Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único para que todo el que cree en él no muera, sino que tenga Vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.»

 

Palabra de Dios

Padre Gustavo Ballario sacerdote de la Diócesis de San Francisco

 

El evangelio siempre, una buena noticia que se dice una comunidad para iluminar la situación de esa comunidad

Ahora, ¿Que situación pretende iluminar Lucas con este evangelio, que, hoy la iglesia nos regala?

A la comunidad primitiva, entran junto con los que vienen del judaísmo también quienes vienen del paganismo. ¿Como hacer convivir a todos grupos tan distintos con odios y prejuicios entre ellos?

Lucas entonces, pretende dar una respuesta a este problema. Peroantes de acudir a razonamientos, Lucas prefiere acudir al ejemplo de Jesús para dar una respuesta a esta problemática y entonces, poder ayudar a la comunidad a superar las recíprocas diferencias.

Este centurión que aparece en el evangelio de hoy muestra una fe tan grande que deja sorprendido a Jesús: “ni siquiera en Israel he encontrado una fe tan grande” – va a decir Jesús-

2 veces en el evangelio, se dice que Jesús permanece “maravillado” frente a la fe del centurión y frente a la incredulidad de sus compatriotas.

Lucas pretende que los cristianos aprendan a mirar con los ojos del maestro:

aquellos que no pertenecen al pueblo de Israel, aquellos que no comparten sus convicciones religiosas. Pretende condenar las actitudes separatistas.

Quiere enseñar que quien vive al margen de la práctica religiosa, también puede realizar buenas obras y estar en sintonía con Dios.

Por lo tanto Jesús tiene simpatía con las personas que, los justos de su pueblo, miran con desprecio, y este evangelio es una invitación, a reveer nuestro modo de relacionarnos con los no creyentes.

Jesús no fija sus ojos en la parte negativa que tiene los paganos sino que mira el bien que hay en ellos, nos enseñó a ir más allá de los prejuicios y las diferencias

Y veamos un último detalle del evangelio de Lucas, el centurión no encuentra a Jesús personalmente, es el prototipo de todos los paganos que formaban parte de la comunidad cristiana, no vieron al Señor pero recibieron la salvación a través de la escucha de la palabra.

Nos preguntamos ¿podrá Jesús continuar realizando los mismos prodigios aunque ya  no esté físicamente presente en el mundo?

Ya que el servidor del centurión, lo mismo que la hija de la cananea, se cura por una palabra que Jesús pronuncia a distancia, concluimos que no es necesario ver o tocar materialmente a Jesús para obtener la salvación.

En este mes de la Biblia, podemos decir que la escucha de la Palabra, toma el lugar del contacto material con Jesús, es siempre eficaz, si se escucha con la fe del centurión.

Si confiamos en lo que nos dice, en la palabra que Jesús nos da, entonces sí puede suceder prodigios: Caen las barreras que dividen a los hombres. Se desvanecen los odios, las envidias. Se instaura el mundo nuevo de solidaridad y de amor.

¡Hasta la próxima!