Entonces llegaron los fariseos, que comenzaron a discutir con él; y, para ponerlo a prueba, le pedían un signo del cielo. Jesús, suspirando profundamente, dijo: “¿Por qué esta generación pide un signo? Les aseguro que no se le dará ningún signo”. Y dejándolos, volvió a embarcarse hacia la otra orilla.
Queridos amigos de Radio María Joven, Jesús es puesto a prueba nuevamente. Este texto nos muestra cómo quieren tentar a Jesús pidiéndole un signo. En realidad le falta fe a esta gente que lo escucha y que no termina creyendo en su persona ni en lo que Él les dice, sino que al contrario, piden pruebas y signos. La respuesta de Jesús es categórica “les aseguro que no se les dará ningún signo”. Y se va de allí. Y vuelve a embarcarse hacia la otra orilla, se va lejos.
El texto de hoy nos deja como enseñanza que la verdadera fe no necesita de estos signos. A veces el Señor los regala, es algo gratuito, pero no necesariamente se da. La verdadera fe que hemos recibido del bautismo nos capacita, nos eleva, nos permite seguir avanzando en el camino de la vida, caminando con humildad y sencillez, haciendo obras buenas, y confiando siempre en Dios. Creer sin esperar ver, sería lo que el señor nos propone. Esa es la verdadera fe. Todavía no podemos ver la totalidad del plan de Dios y sin embargo confiamos. Confiamos en su Palabra, en la escritura, en la promesa que Cristo nos ha hecho.
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