Lunes 19 de Junio del 2019 – Evangelio según San Mateo 5,38-42

viernes, 14 de junio de
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Jesús, dijo a sus discípulos: Ustedes han oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente. Pero yo les digo que no hagan frente al que les hace mal: al contrario, si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, preséntale también la otra. Al que quiere hacerte un juicio para quitarte la túnica, déjale también el manto; y si te exige que lo acompañes un kilómetro, camina dos con él. Da al que te pide, y no le vuelvas la espalda al que quiere pedirte algo prestado.

 

Palabra de Dios

 


P. Héctor Lordi sacerdote del Monasterio de Los Toldos de los Monjes Benedictinos

 

Jesús nos da normas para actuar ante las personas que nos han ofendido o herido. ¿Qué hay que hacer? En la antigüedad estaba la ley del Talión. Esta ley consistía en hacer lo mismo al otro que lo que él hizo con vos. Ojo por ojo, diente por diente. Si me sacó un ojo, yo le saco un ojo a él. Si me sacó un diente, le saco un diente a él. Si me pegó una trompada, le hago lo mismo. Hay que castigar al otro en la misma medida que me hizo daño.

Jesús en cambio va más allá, no quiere que se devuelva mal por mal. Es muy exigente y pone ejemplos concretos. Si te pegaron en una mejilla, no le hagás nada, ponele vos el otro cachete. Siempre haciendo un bien al que nos hace mal. Como diciendo al que te robó la camisa dale también el pullover. O al que te robó el pullover dale también la campera.

Esto que nos pide Jesús a todos nos cuesta. Porque está la parte humana con nuestras sombras, con nuestras agresiones. Nos sale de adentro el espíritu de venganza. Queremos devolverle al que nos hizo el mal con la misma moneda. O decimos que perdonamos pero siempre queda algo adentro, y en alguna oportunidad la herida se vuelve a abrir y viene también el mal espíritu de venganza. Buscamos de alguna manera vengarnos lastimando con alguna violencia verbal y si podemos hasta física. Es como que la herida que nos hicieron tiene una cascarita delgada, y cuando vemos a la persona que nos hizo mal, es como golpearnos en la cascarita que salta, y la herida vuelve a sangrar.

Jesús nos pide de poner la otra mejilla. Tal vez no es tal cual como se nos dice como volver a poner el cachete para que nos pegue una cachetada. Más bien busca impactar. Es algo gráfico que impacta. No se trata, tal vez, de poner el otro cachete al pie de la letra. Es no devolver mal por mal. Es no seguir la corriente mundana, como solemos decir que el que las hace las paga. Es aceptar la humillación, o si alguien me hizo daño, no devolverle con la misma moneda. Y para esto no hay motivaciones humanas, sino que lo hacemos por Jesús. Ya que Jesús nos pide de no ser rencorosos ni hacer el mal a los que nos hicieron mal a nosotros.