Entonces algunos escribas y fariseos le dijeron: “Maestro, queremos que nos hagas ver un signo”. El les respondió: “Esta generación malvada y adúltera reclama un signo, pero no se le dará otro que el del profeta Jonás. Porque así como Jonás estuvo tres días y tres noches en el vientre del pez, así estará el Hijo del hombre en el seno de la tierra tres días y tres noches. El día del Juicio, los hombres de Nínive se levantarán contra esta generación y la condenarán, porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás, y aquí hay alguien que es más que Jonás. El día del Juicio, la Reina del Sur se levantará contra esta generación y la condenará, porque ella vino de los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay alguien que es más que Salomón.”
Queridos oyentes, escuchamos el evangelio donde los escribas y fariseos se acercan a Jesús para pedirle un signo, que pueda atestiguar de que Jesús realmente viene de Dios y es “el mesías” esperado por el pueblo de israel.
Es conocido que Jesús ha tenido muchas veces altercado entre los escribas y fariseos que siempre ponen en duda los signos, los prodigios, las palabras de Jesús, los milagros.
Han sido de algún modo “los enemigos de Jesús”, “los críticos de Jesús”
Por eso Jesús hoy se niega, de algún modo, a realizar un signo simplemente para satisfacer, la necesidad o la curiosidad de estos hombres también religiosas de su tiempo.
¿Y esto por qué lo hace? porque en realidad Jesús mismo esto un signo Él:
¿Qué otros sino pueden recibir?
Sin embargo los escribas y fariseo siguen sin creer.
El problema no está en los signos de Jesús, sino en las cerrazón de estos judíos que no quieren convertirse, por eso Jesús recurre a la imagen de Jonás, un profeta del antiguo testamento.
Este profeta que conocemos, predicó, podríamos decir, “de mala gana” ya que Dios le había pedido que vayas al pueblo de Nínive y este profeta decidió emprender una marcha, “contraria” a la propuesta de Dios.
Y es curioso ver como este profeta, por un lado tiene 3 días en el vientre del pez, de donde terminó a causa de un naufragio para poder pensar y repensar, esta negativa a realizar lo que Dios le pedía,que para nosotras terminará siendo la gran figura de la resurrección:
Por eso Jesús toma esta imagen del profeta Jonás, que será para el pueblo judío todo un signo.
¡Cristo es el que ha vencido la muerte.!
Pero también la figura del profeta Jonás, es un tanto emblemática por que como decíamos, predicó: “un tanto desgano”.
Predicó la necesidad de convertirse, a un pueblo pagano y el pueblo pagano se convirtió por esta predicación del profeta.
Con lo cual Jesús está diciendo, que el problema mayor, no está tanto en la predicación sino en el corazón que no se quiere convertir.
Este profeta predicó, incluso a desgano y refunfuñando la palabra de Dios
Todo por la predicación de este profeta, que predicó “resongonamente, la buena noticia”
Por eso Jesús toma esta imagen de Jonás, para hacerles comprender, a estos escribas y fariseos, hombres religiosos ellos también, de que el problema no estaba en el signo o en la predicación de Jesús, sino en el corazón que le cuesta convertirse.
Ojalá nosotros aprendamos también de este de este evangelio, a no retrasar la conversión que el Señor nos pide, en el dia de hoy.
Podcast: Reproducir en una nueva ventana | Descargar