Lunes 23 de Mayo de 2022 – Evangelio según San Juan 15,26-27.16,1-4a

martes, 17 de mayo de
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En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Cuando venga el Paráclito que yo les enviaré desde el Padre, el Espíritu de la Verdad que proviene del Padre, él dará testimonio de mí. Y ustedes también dan testimonio, porque están conmigo desde el principio. Les he dicho esto para que no se escandalicen. Serán echados de las sinagogas, más aún, llegará la hora en que los mismos que les den muerte pensarán que tributan culto a Dios. Y los tratarán así porque no han conocido ni al Padre ni a mí. Les he advertido esto para que cuando llegue esa hora, recuerden que ya lo había dicho.»

 

Palabra de Dios

 P. Javier Verdenelli sacerdote de la Arquidiócesis de Córdoba

 

En estos capítulos del evangelio de Juan, es constante la alusión a la acción del Espíritu en la vida de las comunidades después de Pascua.

La primera cosa que el Espíritu hace es dar testimonio de Jesús. Y nosotros, al recibir este Espíritu en el bautismo, debemos ser prolongación de lo que Jesús hizo y dijo. No podemos olvidar nunca que fue precisamente la víspera de su muerte cuando Jesús nos prometió el Espíritu. Fue en el momento en que él se entregaba por los hermanos.

El evangelio advierte que ser fiel a este Jesús va a traer dificultades. Los discípulos serán expulsados de la sinagoga. Serán condenados a muerte. Les sucederá lo mismo que a Jesús. No podemos olvidar que el Cristo resucitado que nos prometió el don del Espíritu es Jesús de Nazaret que continúa hasta hoy con las marcas de la tortura y de la cruz en su cuerpo resucitado.

Finalmente habla a los que no tienen una imagen correcta de Dios. Tienen una imagen de Dios en su cabeza y otra en su corazón. Su Dios no es el Padre de Jesucristo que congrega a todos en la unidad y en la fraternidad. En el fondo, es el mismo motivo que llevó a decir: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” (Lc 23,34). Jesús fue condenado por las autoridades religiosas porque, según su manera de pensar, él se atrevía a llamar a Dios, Padre. En las palabras de Jesús no aparecen ni el odio ni la venganza, sino la compasión: “los tratarán así porque no han conocido ni al Padre ni a mí”.

Para la reflexión personal

• El misterio de la Trinidad está presente en las afirmaciones de Jesús, no como una verdad teórica, sino como expresión del compromiso del cristiano con la misión de Jesús. ¿Cómo vivo en mi vida este misterio central de nuestra fe?

• ¿Cómo vivo la acción del Espíritu Santo en mi vida?