Lunes 23 de Septiembre del 2019 – Evangelio según San Lucas 8,16-18

viernes, 20 de septiembre de
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Jesús dijo a la gente:

“No se enciende una lámpara para cubrirla con un recipiente o para ponerla debajo de la cama, sino que se la coloca sobre un candelero, para que los que entren vean la luz. Porque no hay nada oculto que no se descubra algún día, ni nada secreto que no deba ser conocido y divulgado. Presten atención y oigan bien, porque al que tiene, se le dará, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que cree tener”.

 

Palabra de Dios

 

Padre Nicolás Retes sacerdote de la Arquidiócesis de Buenos Aires

 

¡Queridos amigos de Radio María Joven! Nos encontramos hoy con este maravilloso texto del evangelio según San Lucas, que nos llaman nos invita a ser luz, a dar luz, a contagiar luz en el medio de este mundo que muchas veces, no tiene fe, no tiene esperanza.

Justamente, la invitaciones es que a través de nuestras obras con otros podamos seguir sembrando esta buena noticia del reino. Llamados a ser Luz. Llamados a vivir en la verdad, esto lo que se nos pide, porque no hay nada oculto que no tenga que ser revelado algún día, dice el texto y después Jesús remata esta frase diciendo que: “aquel que tiene se le va a dar más aún y al que no, se le quitará hasta lo que cree tener”.

¿A qué se refiere? Estas palabras pueden sonar un poco más oscuras, más enigmáticas ¡pero no! también responden al misterio de la luz divina de Dios. ¿A qué se refiere? Es una regla del reino también. Dios le da generalmente al que tiene necesidad. Aquel que realmente recibe, aquel que “acoge” el don que Dios le quiere conceder, entonces, es como la parábola de los talentos ¿no? Aquel que tuvo miedo, enterró los talentos y no pasó más nada y bueno, evidentemente los va a perder, es la lógica del reino, que en cambio, aquel que recibe cierta cantidad de dones, de talentos y lo pone a trabajar, los hace producir, se esfuerza para que crezcan, bueno, Dios premia esa obra

Y ¿por qué? porque seguramente hemos puesto amor al hacer crecer entonces los dones recibidos, teníamos necesidad de Dios y Dios enseguida, no se deja ganar en generosidad cuando nosotros estamos dispuestos a seguirlo, estamos dispuestos a profundizar en la búsqueda, tenemos esta actitud de ser luz, si quieren, también ser sal de esta tierra. Osea, ser un ejemplo para los demás. Y no se trata de ponernos nosotros en el medio, el que tiene que estar en el centro siempre es Jesucristo.

Pero si somos seguidores de nuestro Señor y maestro, siempre ocurre que los seguidores también podemos generar en los demás cierto entusiasmo al anunciar la palabra de Dios, cuando ven nuestras obras, cuando intentamos ser coherentes con la forma en que vivimos, con lo que decimos, con lo que hacemos. Esto es una gracia que hay que seguir pidiéndola cada día al Señor.

Ser fieles, ser honestos, tratar de vivir en la verdad. Responder al llamado que Dios nos hace cada día en su evangelio. Te deseo que tengas un excelente jornada.