Lunes 26 de Julio de 2021 – Evangelio según San Mateo 13, 16-17

jueves, 22 de julio de
image_pdfimage_print

“Felices, en cambio, los ojos de ustedes, porque ven; felices sus oídos, porque oyen.  Les aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que ustedes ven y no lo vieron, oír lo que ustedes oyen, y no lo oyeron”.

 

 

Palabra de Dios

Padre Sergio Fernández, sacerdote de la Arquidiócesis de Córdoba

 

Y en este Lunes 26 de Julio, fiesta, memoria de los Santos Joaquín y Ana, padres de la bienaventurada Virgen María, te invito a que compartamos la palabra de Dios que nos regala la iglesia.

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según San Mateo:
Jesús dijo a sus discípulos felices en cambio los ojos de ustedes, porque ven. Felices sus oídos porque oyen, les aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que ustedes ven y no lo vieron, oír lo que ustedes oyen y no lo oyeron,
Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.

Hoy es la fiesta de los padres, de los papas de la Virgen María, de María de Nazareth, los Santos Joaquín y Ana.
La tradición de la iglesia nos invita a venerarlos, a reconocer en ellos también virtudes profundamente humanas que fueron también transmitiendo y educando a aquella joven que iba a ser la elegida para ser la madre del salvador.

Ana, aquella que fue modelo de mujer, de madre.
Joaquín aquel que brindó seguridad, protección a su esposa, Ana y a su hija María.

Por eso, qué bonito el versículo que hoy la iglesia nos regala del evangelio, ¡felices!
¡felices ustedes!
Felices ustedes qué ven, felices ustedes que oyen la palabra de Dios, así como lo estamos haciendo en esta mañana.
Hoy Jesús nos invita entonces a descubrir esta bienaventuranza que él pronuncia sobre nosotros, crecientes, persona que intentamos con la gracia de Dios vivir ya a nuestro cielo aquí en la tierra.

Que los Santos Joaquín y Ana animen nuestra vida, la misión de padres que muchos de los que oyen seguramente están viviendo, ¡pero que también! y de una manera especial bendiga a nuestros abuelos,

¡Sí ! Joaquín y Ana son, diríamos, los abuelos de Jesús.
Por eso hoy reconocemos a nuestros abuelos, a esas personas que también nos acompañan en la vida:
– Con su sabiduría
– Con su mansedumbre
– Con su ternura
– Con su amor

Hoy, Joaquín y Ana, nos bendicen y pedimos especialmente que protejan y bendigan a cada uno de los abuelos que nos están escuchando.