Lunes 28 de Noviembre de 2022 – Evangelio según San Mateo 8, 5-11

miércoles, 16 de noviembre de
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Al entrar en Cafarnaún, se le acercó un centurión, rogándole”: “Señor, mi sirviente está en casa enfermo de parálisis y sufre terriblemente”. Jesús le dijo: “Yo mismo iré a curarlo”. Pero el centurión respondió: “Señor, no soy digno de que entres en mi casa; basta que digas una palabra y mi sirviente se sanará. Porque cuando yo, que no soy más que un oficial subalterno, digo a uno de los soldados que están a mis órdenes: ‘Ve’, él va, y a otro: ‘Ven’, él viene; y cuando digo a mi sirviente: ‘Tienes que hacer esto’, él lo hace”. Al oírlo, Jesús quedó admirado y dijo a los que lo seguían: “Les aseguro que no he encontrado a nadie en Israel que tenga tanta fe. Por eso les digo que muchos vendrán de Oriente y de Occidente, y se sentarán a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob, en el Reino de los Cielos”.

Palabra de Dios

Monseñor Ricardo Seirutti | Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Córdoba

 

 

El texto del evangelio de hoy, comenzando el adviento, caminando el adviento, nos cuenta de este centurión que se acerca a Jesús para pedirle que el sirviente de el sea curado, y Jesús que le dice: “enseguida yo mismo iré”. Que lindo la disponibilidad de Jesús.

Sin embargo el centurión, reconociendo la fuerza y el poder de Jesús, le dice que no es digno que Él vaya a su casa, pero, que si lo ordena desde allí mismo y su sirviente sanará. Y relata algo que, es cotidiano en su actuar, “cuando yo digo a alguien que vaya, él va. Cuando yo digo a alguien que venga, viene y cuando le digo a alguien que haga algo, lo hace.” Como diciendo: ¡En vos Señor, (esto) es muy superior! Por eso Jesús va a reconocer que no ha visto, no ha encontrado a nadie en Israel, con tanta fe. Y este era un centurión, probablemente un romano.

Lo que reconoce el de Jesús, es esta fuerza, este poder que tiene, también sobre nosotros, aquellos que somos sus discípulos, los que lo seguimos.Que, en donde Jesús en su autoridad, lo hace con cada uno de nosotros, con toda misericordia, bondad y amor y reconociendo también como somos, como lo podemos llevar adelante

Pero, es bueno pensar ahora: Bueno, según las palabras del centurión: ¿Como estamos atentos a este Jesús que me dice: ve y voy? ¿Como a esto, cuando Jesús me dice: ven, vengo? Y a aquello que en mi corazón Jesús me está pidiendo, diciendo que haga, ¿lo hago?

Que lindo pensar eso este día, estamos comenzando el adviento y esta bueno que en esta espera de el Señor que viene, que está viniendo, lo reconocemos viniendo permanentemente ahora en este momento me revisen eso.

Que Dios los bendiga y que tengan un brillantísimo adviento.