Martes 03 de Mayo de 2022 – Evangelio según San Juan 14,6-14

lunes, 2 de mayo de
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Jesús dijo a Tomás: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre, sino por mí. Si ustedes me conocen, conocerán también a mi Padre. Ya desde ahora lo conocen y lo han visto”. Felipe le dijo: “Señor, muéstranos al Padre y eso nos basta”. Jesús le respondió: “Felipe, hace tanto tiempo que estoy con ustedes, ¿y todavía no me conocen? El que me ha visto, ha visto al Padre. ¿Como dices: ‘Muéstranos al Padre’? ¿No crees que yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí? Las palabras que digo no son mías: el Padre que habita en mí es el que hace las obras. Créanme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Créanlo, al menos, por las obras. Les aseguro que el que cree en mí hará también las obras que yo hago, y aún mayores, porque yo me voy al Padre.” Y yo haré todo lo que ustedes pidan en mi Nombre, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si ustedes me piden algo en mi Nombre, yo lo haré.”

 

 

Palabra de Dios

Padre Matías Burgui sacerdote de la Arquidiócesis de Bahía Blanca

Hoy celebramos a los apóstoles Felipe y Santiago, discípulos del Señor, habían sido llamados por él y en ellos vemos esa búsqueda de Dios, esa búsqueda que vos y yo también tenemos. Nuestra vida es una búsqueda, buscamos la felicidad, la plenitud buscamos lo que amamos, buscamos la voluntad de Dios. Es un viaje y es importante en ese viaje descubrir que el Señor nos va a ir mostrando por dónde ir y cómo llegar a ese lugar. Por eso, en el evangelio que compartimos hoy Jesús te muestra que él es lo que buscas, incluso sin saberlo, y la palabra nos invita a escuchar la voz del Padre en Jesús “yo soy el camino, la verdad y la vida”.

Te invito entonces a que meditemos algunos puntos. En primer lugar no dejes de caminar. Lo vemos en Felipe, lo vemos en Santiago, Apóstoles, discípulos de Jesús. Ellos, no solamente habían dejado todo por la invitación del Señor, sino que también después de la resurrección se encargan de hacer crecer el evangelio con sus palabras, con su testimonio, incluso dando la vida. Por eso, no es cuestión de inquietarse por no saber dónde ir o cómo llegar, ya Dios se va a ir encargando de mostrarte cada paso que tenés que dar. Es lo que le pasa a Felipe “Señor, muéstranos al Padre”. Hay que luchar con esa cosa de querer resolverlo todo ya. A él también le agarró la ansiedad, la impaciencia. Vos y yo también tenemos que cuidarnos de eso. No te inquietes, que ese acelere de ritmo que llevas no te lleve a tomar las decisiones como si tuvieras un revólver en la cabeza, no lo tenés. Y si te quieren, te van a tener que esperar, van a aprender esperarte, como hace Dios, que te tiene paciencia. Es como el juego del truco, hay que saber tirar las cartas para ganar, pero algún momento hay que tirarlas. Jesús es el camino, confía, caminá con él, no te preocupes, no te va a mentir, es demasiado sincero, tan sincero que te recuerda que vas a tener que llevar la Cruz, pero que él está con vos. Todo problema se soluciona, toda dificultad se vence, toda caída es una oportunidad para recuperarse. Acordate que la voluntad de Dios se va confirmando día a día. ¿Qué te está pidiendo hoy Dios? Pregúntatelo, ya hacete la pregunta, a corto, a mediano, a largo plazo, ¿qué me está pidiendo el Señor?

En segundo lugar viví en la verdad. En el evangelio de hoy Jesús se muestra como la verdad, esa que no se dibuja, esa que no se acomoda, esa que no se cambia. Él l es la verdad con mayúscula porque verlo a él es ver al padre. “Quién ve a Jesús ve al padre”, porque él está en el padre y el padre en él. Jesús es la imagen visible del Dios invisible, por eso decimos el Señor es Sacramento del Padre y, por eso, el Señor le dice a Felipe “¿hace tanto tiempo que estoy con vos, con ustedes y todavía no me conocen?” Esa pregunta que Jesús le hace a Felipe es también para vos y para mí. Hace tanto tiempo que lo escuchaste al Señor, ¿lo conoces realmente? Muchas veces estamos cotidianamente en las cosas de Dios y nos falta encontrarnos con el Dios de las cosas. ¿Qué significa esto? Que hay que profundizar en la relación con Jesús, no podés tener la misma relación con el Señor que tenías al principio, tuviste que haber madurado, tuviste que haber crecido en esa fe, en esa entrega, en esa docilidad a escuchar su palabra. ¿Estás igual que al principio o hay un camino de amor, de oración y de acción? Pedile al Señor, en este momento, que lo puedas conocer cada vez,más más de cerca, que puedas descubrir que él te muestra el sentido de tu vida, que hay principios, ideales que te tiene que guiar. Él tiene que ser el centro y mostrarte por dónde ir. ¿Cuáles son tus principios? ¿Cuáles son tus ideales? ¿Cuáles son esas realidades y esas verdades que no se negocian porque vienen de Jesús?

Por último, la vida y vida en abundancia. ¿Nunca te preguntaste por qué los santos hicieron lo que hicieron o alcanzaron lo que alcanzaron? Fue por el Señor. Por eso, al meditar la palabra, cada palabra del evangelio de cada día, cuando te sientes en tu rato de oración, puedas comprender y pedirle al Señor la gracia de que Jesús sea todo para tu vida y que él tenga todo. Que sea justamente aquel que tenga que ver con cada ambiente, con cada aspecto, con cada persona, que todo gira en torno a la palabra de Jesús, que todo gira en torno al Señor. Acordate que el camino no es una calle sino alguien a quién seguir, que la verdad no es un concepto sino un nombre, una persona con la que estar que es Jesús y que la vida no es un dato biológico sino que es amar al Amor, que es el amor de Dios en tu vida. ¿Qué significa que para vos Jesús sea camino verdad y vida? Las personas, al ver tu vida, ¿ven el reflejo del Padre? Pedile al Señor que te haga crecer en esto.

Que la bendición de Dios Qué es padre hijo espíritu santo te acompañe siempre, amén.