Jesús subió a la barca y sus discípulos lo siguieron.De pronto se desató en el mar una tormenta tan grande, que las olas cubrían la barca. Mientras tanto, Jesús dormía.Acercándose a él, sus discípulos lo despertaron, diciéndole: “¡Sálvanos, Señor, nos hundimos!”.El les respondió: “¿Por qué tienen miedo, hombres de poca fe?”. Y levantándose, increpó al viento y al mar, y sobrevino una gran calma.Los hombres se decían entonces, llenos de admiración: “¿Quién es este, que hasta el viento y el mar le obedecen?”.
Hoy el evangelio nos presenta un pasaje bastante sugestivo para nosotros; Jesús con sus discípulos en la barca en medio de la tormenta, Jesús durmiendo y los discípulos llenos de miedo despiertan a Jesús y Él detiene la tormenta.
Esto nos recuerda nos trae al corazón a nuestro papá Francisco que en medio de la pandemia de COVID 2019-2020 solo en la Plaza de San Pedro rezando por el fin de la misma y por el mundo, nos decía “estamos todos en la misma barca es importante reconocernos hermanos y frágiles, y Jesús está con nosotros aunque parezca dormido”; que importante está consciencia de sentirnos parte de la barca de la humanidad y cómo Cristianos sentirnos parte y dentro de la barca de la Iglesia donde Jesús timonea aunque a veces parece que está dormido.
Esta confianza en el Señor en la providencia De Dios que no nos abandona nos invita al compromiso y sobre todo a seguir trabajando por una cultura del encuentro donde no haya excluidos ni pasajeros desegunda en la barca del mundo y de la Iglesia.
Que tengas un hermoso día.