Martes 04 de Marzo de 2023 – Evangelio según San Juan 13,21-33.36-38

lunes, 3 de abril de
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Jesús, estando en la mesa con sus discípulos, se estremeció y manifestó claramente: “Les aseguro que uno de ustedes me entregará”. Los discípulos se miraban unos a otros, no sabiendo a quién se refería.
Uno de ellos -el discípulo al que Jesús amaba- estaba reclinado muy cerca de Jesús.
Simón Pedro le hizo una seña y le dijo: “Pregúntale a quién se refiere”. El se reclinó sobre Jesús y le preguntó: “Señor, ¿quién es?”. Jesús le respondió: “Es aquel al que daré el bocado que voy a mojar en el plato”. Y mojando un bocado, se lo dio a Judas, hijo de Simón Iscariote. En cuanto recibió el bocado, Satanás entró en él. Jesús le dijo entonces: “Realiza pronto lo que tienes que hacer”. Pero ninguno de los comensales comprendió por qué le decía esto. Como Judas estaba encargado de la bolsa común, algunos pensaban que Jesús quería decirle: “Compra lo que hace falta para la fiesta”, o bien que le mandaba dar algo a los pobres. Y en seguida, después de recibir el bocado, Judas salió. Ya era de noche.
Después que Judas salió, Jesús dijo: “Ahora el Hijo del hombre ha sido glorificado y Dios ha sido glorificado en él. Si Dios ha sido glorificado en él, también lo glorificará en sí mismo, y lo hará muy pronto. Hijos míos, ya no estaré mucho tiempo con ustedes. Ustedes me buscarán, pero yo les digo ahora lo mismo que dije a los judíos: ‘A donde yo voy, ustedes no pueden venir’. Simón Pedro le dijo: “Señor, ¿adónde vas?”. Jesús le respondió: “A donde yo voy, tú no puedes seguirme ahora, pero más adelante me seguirás”. Pedro le preguntó: “¿Por qué no puedo seguirte ahora? Yo daré mi vida por ti”. Jesús le respondió: “¿Darás tu vida por mí? Te aseguro que no cantará el gallo antes que me hayas negado tres veces”.

Palabra de Dios

Padre Gustavo Gatto | Sacerdote de la Diócesis de Villa María

Martes santo, queridos amigos estamos transitando la semana mayor, la semana santa ya cerquita al triduo Pascual de la pasión muerte y resurrección de nuestro Señor.

Hoy nos encontramos en este martes santo con el cuadro de la amistad y de la tradición representada encarnada en Jesús; la traición y la entrega en Judas y Pedro los discípulos que traicionan la amistad del maestro y el maestro que sigue dando oportunidades y sigue tendiendo la mano que sigue mirando con amor. Pedro que se dejará mirar y se abrirá al persona, Judas que se encerrará en su propia ruina en su propio pecado.

Que cuando experimentemos la traición, propia o ajena podamos abrirnos siempre a la posibilidad del perdón y de la reconciliación y de comenzar de nuevo que tengas un hermoso día.