Jesús dijo a sus discípulos: «Les dejo la paz, les doy mi paz, pero no como la da el mundo. ¡ No se inquieten ni teman ! Me han oído decir: ‘Me voy y volveré a ustedes’. Si me amaran, se alegrarían de que vuelva junto al Padre, porque el Padre es más grande que yo. Les he dicho esto antes que suceda, para que cuando se cumpla, ustedes crean. Ya no hablaré mucho más con ustedes, porque está por llegar el Príncipe de este mundo: él nada puede hacer contra mí, pero es necesario que el mundo sepa que yo amo al Padre y obro como él me ha ordenado.»
Jesús hoy nos promete la paz, pero no como la da el mundo ; podríamos decir que hay una paz que es la ausencia d e conflictos, la paz de una vida sin problemas que a veces tiene más que ver con una vida egoísta egocéntrica centrada en si mismo en cambio cuando uno se anima a vivir el evangelio de la vida, de la entrega del compromiso, de la caridad, el evangelio del reino De Dios hay problemas, hay persecuciones, hay situaciones de conflictos hay tensiones que no significan ausencia de Paz; la paz es la convicción profunda de que somos.
Amados por Dios, la paz significa que somos habitados por el Espíritu Santo que nos mueve a ser presente el reino. La paz que da Jesús no es ausencia de problemas sino que es convicción profunda de sentirnos amados de sentirnos hermanos y comprometidos con el reino de Dios; que esa sea la paz que busquemos no la paz del egoísta sino la paz de aquel que sabiéndose amado por Dios se compromete con los demás.
Que tengas un hermoso día