Martes 10 de Marzo del 2020 – Evangelio según San Mateo 23,1-12

lunes, 9 de marzo de
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Jesús dijo a la multitud y a sus discípulos: “Los escribas y fariseos ocupan la cátedra de Moisés; ustedes hagan y cumplan todo lo que ellos les digan, pero no se guíen por sus obras, porque no hacen lo que dicen. Atan pesadas cargas y las ponen sobre los hombros de los demás, mientras que ellos no quieren moverlas ni siquiera con el dedo.
Todo lo hacen para que los vean: agrandan las filacterias y alargan los flecos de sus mantos; les gusta ocupar los primeros puestos en los banquetes y los primeros asientos en las sinagogas, ser saludados en las plazas y oírse llamar ‘mi maestro’ por la gente.

En cuanto a ustedes, no se hagan llamar ‘maestro’, porque no tienen más que un Maestro y todos ustedes son hermanos.

A nadie en el mundo llamen ‘padre’, porque no tienen sino uno, el Padre celestial. No se dejen llamar tampoco ‘doctores’, porque sólo tienen un Doctor, que es el Mesías.

Que el más grande de entre ustedes se haga servidor de los otros, porque el que se ensalza será humillado, y el que se humilla será ensalzado”.

 

Palabra de Dios

Monseñor Ricardo Seirutti obispo auxiliar de Córdoba y delegado episcopal para la Pastoral de Juventud Argentina

 

¡Querida audiencia de Radio María! ¡Jóvenes! El texto de este Martes 10, nos dice que Jesús le dijo a la multitud y a sus discípulos y realizó una fuerte crítica a los escribas. Y dice: “ustedes hagan lo que ellos dicen, pero no se guíen por sus obras porque no hacen lo que dicen”.

Pensaba, que “feo” que hoy lo dijeran de nosotros, de los cristianos: “no hacen lo que dicen, sigan lo que dicen porque cuentan a los demás el evangelio, le dicen mi palabra pero no hacen lo que dicen, no lo viven ellos, no lo vivimos nosotros” ¿no?

Qué lindo revisar ¿cómo son nuestras obras a la luz de lo que escuchamos, leemos en el evangelio y le contamos a los demás ¿no? ¿Qué dice Jesús?

Qué lindo sería que, este Jesús dijera de nosotros: “mis discípulos son aquellas que cuentan mi palabra, dice mi palabra, y viven tal cual ella les pide”. Qué lindo esto que, revisemos cómo está nuestra vida. Porque mucha veces predicamos el evangelio, pero ¿cuántas veces no lo vivimos? o no lo vivimos tal cual se lo decimos a los demás y entonces corremos este riesgo ¿no?.

Revisar cómo está nuestra vida la luz de la palabra: ¿Somos realmente discípulos de Jesús, que vamos aprendiendo lo que Él nos dice y vamos intentando cada dia viviendo tal cual Él nos lo pide?