Jesús dijo a sus apóstoles:
Por el camino, proclamen que el Reino de los Cielos está cerca. Curen a los enfermos, resuciten a los muertos, purifiquen a los leprosos, expulsen a los demonios. Ustedes han recibido gratuitamente, den también gratuitamente.”
No lleven encima oro ni plata, ni monedas, ni provisiones para el camino, ni dos túnicas, ni calzado, ni bastón; porque el que trabaja merece su sustento.
Cuando entren en una ciudad o en un pueblo, busquen a alguna persona respetable y permanezcan en su casa hasta el momento de partir.
Al entrar en la casa, salúdenla invocando la paz sobre ella. Si esa casa lo merece, que la paz descienda sobre ella; pero si es indigna, que esa paz vuelva a ustedes.
En este día martes 11 de junio la liturgia nos presenta la memoria obligatoria de San Bernabé. Bernabé era originario de Chipre y desde las primeras horas, formó parte de una comunidad cristiana, fue el encargado de presentar a Pablo en la comunidad de Jerusalén.
Luego partió con Pablo desde Antioquía a evangelizar el mundo pagano y dice la tradición que murió un martes apedreado en una salamina.
Hoy contemplamos el evangelio según San Mateo que tiene que ver con la misión de los apóstoles. Jesús los envía y les da indicaciones: “por el camino proclamen que el Reino de los cielos está cerca, curen a los enfermos, expulsen demonios”. Algo hermoso que podemos destacar de la misión de los apóstoles y por lo tanto, nuestra misión, Jesús le dice “ustedes han recibido gratuitamente, den también gratuitamente”.
¿Qué significa esto? Que hemos recibido por gracia pura de Dios, no por nuestros medios sino porque Dios ha querido necesitar de nosotros para que podamos llevar la palabra de Dios, la buena noticia, para que podamos cumplir con la misión que Él nos ha confiado.
Además Jesús les dice: No lleven encima plata, ni monedas, ni provisiones para el camino ni dos túnicas, porque el que trabaja merece su sustento. Eso supone para nosotros nosotros confiar plenamente que el Señor nos va a asistir, innovar, acompañar siempre. Debemos llevar solamente el corazón dispuesto para que el Señor haga su obra en nosotros y a través de nosotros, haga su obra en cada hermano que Él pone a nuestro lado, en nuestro camino.
También Jesús nos invita a ser portadores de paz. Que importante para nosotros descubrir qué somos enviados para llevar una buena noticia noticia. Tenemos que proclamar por todos los lugares donde cada uno de nosotros está cumpliendo su misión en el trabajo, en la familia, en la Iglesia ,en la parroquia entre los amigos, en la calle, cuando vamos a comprar al negocio del barrio. Ahí estamos llamados a proclamar la buena noticia del Señor.
Que San Bernabé interceda por cada uno de nosotros para que podamos vivir profundamente la misión que el Señor nos ha confiado.
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