Jesús se retiró a una montaña para orar, y pasó toda la noche en oración con Dios.Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos y eligió a doce de ellos, a los que dio el nombre de Apóstoles:Simón, a quien puso el sobrenombre de Pedro, Andrés, su hermano, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé,Mateo, Tomás, Santiago, hijo de Alfeo, Simón, llamado el Zelote,Judas, hijo de Santiago, y Judas Iscariote, que fue el traidor.Al bajar con ellos se detuvo en una llanura. Estaban allí muchos de sus discípulos y una gran muchedumbre que había llegado de toda la Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón,para escucharlo y hacerse curar de sus enfermedades. Los que estaban atormentados por espíritus impuros quedaban curados;y toda la gente quería tocarlo, porque salía de él una fuerza que sanaba a todos.
En el Evangelio de hoy se nos muestra que el día de Jesús termina y comienza en la intimidad de la oración con el Padre; un día intenso de Jesús porque tiene la difícil misión de discernir y elegir, entre sus discípulos, a los doce, quienes serán las columnas del nuevo Israel.
Un día que se hace aún más complejo al encontrarse con el sufrimiento de las personas, con las enfermedades, con las personas que están sufriendo y necesitan y buscan y Jesús que se acerca los toca los sana, esta con ellos; toda la complejidad de este día comienza en la intimidad de la oración con el Padre. Así debe ser nuestra vida, el día a día complejo y difícil que vivimos deberá comenzar y terminar en la oración Serena en donde rumiando la palabra del corazón podemos encontrar las luces para vivir el día para anunciar el reino De Dios.
Que tengas un hermoso día.