Martes 21 de Abril del 2020 – Evangelio según San Juan 3,7b-15

lunes, 20 de abril de
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Jesús dijo a Nicodemo: ‘Ustedes tienen que renacer de lo alto’. El viento sopla donde quiere: tú oyes su voz, pero no sabes de dónde viene ni adónde va. Lo mismo sucede con todo el que ha nacido del Espíritu”.

“¿Cómo es posible todo esto?”, le volvió a preguntar Nicodemo.

Jesús le respondió: “¿Tú, que eres maestro en Israel, no sabes estas cosas? Te aseguro que nosotros hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto, pero ustedes no aceptan nuestro testimonio. Si no creen cuando les hablo de las cosas de la tierra, ¿cómo creerán cuando les hable de las cosas del cielo? Nadie ha subido al cielo, sino el que descendió del cielo, el Hijo del hombre que está en el cielo.

De la misma manera que Moisés levantó en alto la serpiente en el desierto, también es necesario que el Hijo del hombre sea levantado en alto, para que todos los que creen en él tengan Vida eterna.

 

 

Palabra de Dios

Monseñor Ricardo Seirutti obispo auxiliar de Córdoba y Delegado Episcopal para la Pastoral de Juventud Argentina

 

¡Hola querida audiencia Radio María! El texto del evangelio de hoy es una conversación de Jesús con Nicodemo, algo ha querido ir a consultarle. Y se está preguntando, acerca de este “renacimiento nuevo”. Yo me detendría hoy, en algunas frases, palabras que le dice Jesús.

Fijense, le dice: “El viento sopla donde quiere. Tu oyes su voz, pero no sabes ni de dónde viene ni adónde va”. ¡Es real esto! No sabemos, ni de dónde viene ni hacia adónde va, pero, lo sentimos lo percibimos. Eso mismo sucede con todo lo que ha nacido del Espíritu. Nosotros, por el bautismo hemos nacido del Espíritu. Muchas veces ¡sentimos su presencia! ¿no?. No sabemos de dónde viene. No sabemos a dónde nos quiere llevar, pero qué atentos tenemos que estar, para “percibir” al menos su presencia ¿no?.

Dice Jesús un poquito más adelante, “hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto”. Nosotros podríamos agregar: “de lo que sentimos cuando sentimos el Espíritu soplando en nosotros”. Es importante estar atentos a esto porque, fíjense, más adelante Jesús va a decir: “¿cómo creerán cuando les hable de las cosas del cielo?”.

La idea de Jesús, es que Nicodemo termine entendiendo este, “Creer”, porque el que cree, tiene vida eterna. Pero vamos aumentando nuestra fe, en este soplo del Espíritu que llega, que lo sentimos, ¡que está! pero que muchas veces, no sabemos de dónde viene ni hacia dónde vas ¿no?.

Yo le agregaría también: “no sabemos a veces ¿qué quiere del todo? ¿no? y ¿hacia dónde nos quiere llevar?”. ¡Estar atentos!. Estar atentos, porque el Espíritu ¡SIEMPRE SOPLA! Esta promesa de Jesús: siempre sopla y siempre viene. De algún lado, aunque no sepamos que es Dios mismo y nos quiere llevar, a donde El quiere. Estemos atentos.