Jesús dijo a sus discípulos: “Estén preparados, ceñidos y con las lámparas encendidas.Sean como los hombres que esperan el regreso de su señor, que fue a una boda, para abrirle apenas llegue y llame a la puerta.¡Felices los servidores a quienes el señor encuentra velando a su llegada! Les aseguro que él mismo recogerá su túnica, los hará sentar a la mesa y se pondrá a servirlo.¡Felices ellos, si el señor llega a medianoche o antes del alba y los encuentra así!”
El Evangelio de San Lucas hoy nos invita a la vigilancia, “estén preparados ceñidos y con las lámparas encendidas.” Estar preparados ¿para qué?, estar atentos y vigilantes ¿para qué? Si uno Se fija en los versículos anteriores se nos, habla tomando el Evangelio de ayer, del rico insensato, donde Jesús nos dice que tengamos cuidado de todo tipo de avaricia y nos invitaba después a poner nuestra confianza en la providencia de Dios que nos ama y cuida de nosotros, y poner el verdadero tesoro donde el ladrón no destruye y la polilla puede corromper porque donde esté nuestro tesoro estará nuestro corazón.
Hay que estar atentos a que el veneno de la avaricia y la codicia no tome nuestro corazón, porque comodecía San Basilio “la mar conoce sus límites, la noche no traspasa los términos de antiguos fijados pero el avaro no respeta tiempo, no conoce su sesión. El avaro, antes bien, imita la violencia del fuego todo loinvade, todo lo devora.” Estar atentos a la avaricia del corazón confiando en la providencia del corazón y estando dispuesto a compartir lo que somos y tenemos.
Que tengas un hermoso día.