Martes 28 de Enero de 2020 – Evangelio según San Marcos 3,31-35

lunes, 27 de enero de
image_pdfimage_print

Entonces llegaron su madre y sus hermanos y, quedándose afuera, lo mandaron llamar.

La multitud estaba sentada alrededor de Jesús, y le dijeron: “Tu madre y tus hermanos te buscan ahí afuera”.

El les respondió: “¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?”.

Y dirigiendo su mirada sobre los que estaban sentados alrededor de él, dijo: “Estos son mi madre y mis hermanos. Porque el que hace la voluntad de Dios, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre”.

 

Palabra de Dios


Monseñor Ricardo Seirutti obispo auxiliar de Córdoba y Delegado Episcopal para la Pastoral de Juventud

 

¡Hola querida audiencia de Radio María! Estamos en el Martes 28, es la tercera semana de este tiempo durante el año y el regalo del texto evangélico para hoy, según la liturgia. Jesús que es buscado por su madre y sus hermanos y entonces un grupo de gente que está con Él, le dice: “tú madre y tus hermanos te buscan allá afuera”. ¡Jesús buscado! ¡Jesús querido! Jesús que está con gente predicando, sanando, “es su tarea” y de pronto la madre y los hermanos lo están requiriendo. Y Él le responde a estos que le dicen que lo están buscando, les dice: “¿quienes es mi madre y quiénes son mis hermanos?”.  ¡Que momento,para preguntarnos esto también nosotros, que muchas veces buscamos a Jesús! ¿Cuántas veces, no? ¿Quienes son los hermanos de Jesús? Yo, soy hermano de Jesús, su discípulo, su testigo, pero hermano ¿no?.

Jesús que viene a sernos o “hacernos dar cuenta” de que somos hermanos suyo y somos hermanos entre nosotros ¿no?. Y dice que dirigiendo la mirada, a todos los que estaban alrededor de Él, ¿no? dice: “estos son mi madre y mis hermanos,el que hace la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana, mi madre”.  Que lindo que, por un lado, en el texto en la palabra, de Jesús, dice mi hermano mi hermana y madre. Destaca: ¡Hermanos, hermanas, mi madre! Y ¿quiénes son los que hacen la voluntad de Dios? ¡Los hermanos de Jesús!. Y ¿cuál es la voluntad de Dios? Que vivamos según la palabra de Jesús. Que vivamos según el evangelio ¡eso nada más!.  Tan mucho y tan poco ¿no?. Pareciera nada y a veces nos parece mucho, sin embargo, vivir en el estilo de Jesús eso es lo que quiere Dios, eso es lo que quiere El Padre. ¡El que hace la voluntad de Dios ése es mi hermano, mi hermana y mi madre!. Y ¿cuál es la voluntad de Dios? ¡Amar! Perdonar. Tener misericordia del otro. Estar lleno de caridad. Servir, estar al servicio de los demás. Así vive Jesús: ser propiciadores de encuentros, de abrazos, con los otros.

El que escucha y cumple la voluntad de Dios ¿no?. Y sobretodo anunciar el reino. Ahí está la voluntad de Dios. Nosotros que buscamos permanentemente a Jesús ¿no? y que nos sabemos sus hermanos. Sepamos que Jesús dice: si me buscas, si me estas buscando, pensa primero ¿cómo y si estas cumpliendo la voluntad de Dios? porque eso te hace -hermano mío-. Entonces preguntarnos: ¿cómo estamos viviendo en el amor? ¿Estamos perdónanos?
¿Estamos llenos de misericordia para los demás o vivir juzgando y nada más? ¿Como anda mi caridad y mi servicio ¡eh! para mis “otros hermanos” también? ¿Soy y busco el encuentro, con los demás como jesús que te ha encontrado? y encontrándose con todos estos y no lo distrae que lo busquen sino que al contrario, dice: estos son mis hermanos, estos con los que estoy, con los que me estoy encontrando ¿no?

Y para eso hace falta una profunda escucha, que Jesús justamente la manifiesta en este encuentro en el que está, ha escuchado bien lo que dicen y por eso pueda responder también bien.

Y ¿como anunció el reino? ¿estoy anunciando el reino? porque fíjense, y no solamente de palabra, porque dice la Palabra que la voluntad de Dios es no solamente que lo diga de palabra sino que lo anuncie con todos estos gestos que acabamos de decir, ¡así voy anunciando el reino también!

Qué lindo preguntarnos este Martes 28 ¿no? preguntarnos, ¿cuál es la voluntad de Dios en mi corazón? ¿no?. Y escucharlo a Jesús: El que cumple la voluntad de Dios, ése es mi hermano mi hermana y mi madre. ¡Tengo la capacidad de amar! ¿amo?. A veces me sale y a veces no me sale perdonar, pero ¿perdono?. ¿Estoy lleno de misericordia para con los otros?. ¿Cómo anda mi caridad y mi servicio? o solamente digo las palabras del evangelio pero no las asumo en mi vida, no las realizó con gestos y actos. ¿Se escucha? ¿me detengo a escuchar? Y saber que con todo esto voy a cumplir la voluntad del Padre, que es el anuncio del reino. Lo anuncio, no solamente con las palabras, sino también con todos estos gestos porque esa es la voluntad del Padre.