Martes 28 de Mayo del 2019 – Evangelio según San Juan 16,5-11

lunes, 27 de mayo de
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En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Ahora me voy al que me envió, y ninguno de ustedes me pregunta: ‘¿A dónde vas?’.  Pero al decirles esto, ustedes se han entristecido.

Sin embargo, les digo la verdad: les conviene que yo me vaya, porque si no me voy, el Paráclito no vendrá a ustedes. Pero si me voy, se lo enviaré. Y cuando él venga, probará al mundo dónde está el pecado, dónde está la justicia y cuál es el juicio. El pecado está en no haber creído en mí. La justicia, en que yo me voy al Padre y ustedes ya no me verán. Y el juicio, en que el Príncipe de este mundo ya ha sido condenado.”

 

Palabra del Señor

 


P. Raúl Gomez sacerdote de la Arquidiócesis de Mendoza

 

En sexta semana del tiempo pascual, tiempo de alegría, de esperanza tiempo de preparación para la venida de Pentecostés, para la venida del Espíritu Santo.

Hoy, el evangelio de Juan nos sitúa en la última cena, en las últimas palabras de Jesús antes de asumir el camino a la cruz, para volver lleno de Gloria y resucitado.

Jesús comienza diciendo a los discípulos: ” Ahora me voy a quién me envió y ninguno ustedes me pregunta ¿ A dónde vas?” pero al decirles esto ustedes se han entristecido. Es necesario que Jesús vuelva al Padre para enviarnos el abogado, el defensor.

Los discípulos se entristecen, seguramente experimentan esa sensación de soledad, sensación de creer que sin el maestro presente nada es lo mismo. Sin embargo nosotros sabemos si ellos también experimentaron que era necesario que Jesús volviera a su origen, a su lugar, junto al Padre, para enviarnos a quíen nos va a guiar, al que nos conduce, al que nos lleva por la senda del Señor al Espíritu Santo.

Jesús habla de que este Espíritu Santo vendrá, probará al mundo del pecado, dónde está la justicia, cuál es el juicio.

Que importante para nosotros reconocer el poder del Salvador y ante ese poder el príncipe del mundo no tiene poder, no tiene la fuerza, no tiene sentido.

Pidámosle al Señor en este día, que podemos preparar nuestro corazón para que la venida del Espíritu Santo nos renueve nuestra fe y sobre todo nos haga una Iglesia en salida, una Iglesia atenta a la necesidad de los hermanos, una Iglesia como dice el Papa Francisco, una tienda de campaña en donde pueda curar a los enfermos, en donde pueda sanar las heridas.

Que la gracia del Espíritu Santo, nos lleve a la misión que el Señor nos ha confiado. Que tengan una bendecida semana.