Martes 29 de Enero del 2019 – Evangelio según San Marcos 3,31-35

lunes, 28 de enero de
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Entonces llegaron su madre y sus hermanos y, quedándose afuera, lo mandaron llamar.
La multitud estaba sentada alrededor de Jesús, y le dijeron: “Tu madre y tus hermanos te buscan ahí afuera”.

El les respondió: “¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?”.

Y dirigiendo su mirada sobre los que estaban sentados alrededor de él, dijo: “Estos son mi madre y mis hermanos. Porque el que hace la voluntad de Dios, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre”.

Palabra de Dios


Padre Raúl Gómez sacerdote de la Arquidiócesis de Mendoza

 

Nos encontramos en torno a la palabra del Señor; en este día el evangelio nos presenta esta escena bíblica donde aparece Jesús, la multitud que los sigue, que lo busca, qué quiere encontrar solo en Él aquello que Jesús puede darles y le anuncian que afuera están su madre y sus hermanos. Y Jesús respondiendo firmemente, les da esta palabra, a todos aquellos que están allí: ¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?

Jesús siempre busca responder con una pregunta, para que nosotros sigamos profundizando su palabra. ¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos? 

Y si, dirigiendo la mirada sobre todos que estaban allí les dijo: “Mi madre y mis hermanos son aquellos que cumplen la voluntad de Dios. Ese es mi hermano, mi hermana y mi madre“.

¿Que significa para nosotros cumplir la palabra de Dios? Significa, buscar en todo momento la presencia del Señor. Significa, tener presente, en nuestra vida, en nuestra historia, la persona de Jesús y toda su misión que nos interpela y nos cuestiona y que nos motiva a seguir anunciando.

Este evangelio abre la “familia de Jesús” con estas palabras: Aquellos que cumplen la voluntad de mi padre, esos son mi madre, mi hermano, mi hermana. Es decir, va más allá del vínculo sanguíneo. Además , sabemos que, el término “hermanos” en hebreo significa: familiares directos como son primos, tíos.

Por eso en este día le pedimos al Señor la gracia de saber que somos parte activa de la familia de Dios. Somos sus hijos adoptivos. Somos sus hijos predilectos, en quien, Él ha puesto toda su confianza.

Queridos hermanos, pidámosle al Señor en este día que, siempre y ante todo busquemos hacer su voluntad. Más allá de nuestros egoísmos, nuestra soberbia, de nuestra indiferencia, podamos cambiarlo por escuchar la voz de Dios y ponerla al servicio. Que el Señor los bendiga y que los acompañe. Que tengan una hermosa semana