Jesús dijo a Nicodemo: ‘Ustedes tienen que renacer de lo alto’. El viento sopla donde quiere: tú oyes su voz, pero no sabes de dónde viene ni adónde va. Lo mismo sucede con todo el que ha nacido del Espíritu”.
“¿Cómo es posible todo esto?”, le volvió a preguntar Nicodemo.
Jesús le respondió: “¿Tú, que eres maestro en Israel, no sabes estas cosas?
Te aseguro que nosotros hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto, pero ustedes no aceptan nuestro testimonio.
Si no creen cuando les hablo de las cosas de la tierra, ¿cómo creerán cuando les hable de las cosas del cielo? Nadie ha subido al cielo, sino el que descendió del cielo, el Hijo del hombre que está en el cielo. De la misma manera que Moisés levantó en alto la serpiente en el desierto, también es necesario que el Hijo del hombre sea levantado en alto, para que todos los que creen en él tengan Vida eterna.
Nos encontramos en torno a la palabra del Señor. En este día el evangelio nos relata escena bíblica en donde aparece Jesús y Nicodemo. Es la continuación del evangelio de Juan en donde Nicodemo va de noche a buscar Jesús.
Nicodemo es notable entre los judíos y va a encontrarse con Jesús, al ver los signos que Jesús hace sabiendo que, esos signos vienen de Dios, ya que nadie puede hacer milagros si no está guiado por el Señor.
En este día entramos en el diálogo más personal y directo, Jesús le dice a Nicodemo: Ustedes tienen que renacer de lo alto, el viento sopla donde quiere, tú oyes su voz pero, no sabes de dónde viene, ni adónde va. Lo mismo sucede con todo lo que ha nacido del espíritu.
Nicodemo le pregunta: ¿Cómo es posible esto? Jesús le respondió: Tú que eres maestro, tú qué sabes, que has estudiado , te preguntas esto y Jesús responde seguro que nosotros hablamos lo que hemos visto, lo que hemos conocido, damos testimonio de lo que hemos recibido de Dios.
Jesús es el enviado del padre, Jesús es Dios hecho hombre. Jesús conoce lo que hay en el corazón del padre y eso es lo que va a revelar con su propia misión. Jesús pone el ejemplo de Moisés, cuando levantó la serpiente en alto y todos se sanaron. Con Él será de la misma manera, será levantado el hijo del hombre en alto para que todos los que creen en él tengan vida eterna.
Este es un tiempo especial para todos nosotros, como es el tiempo pascual que hemos celebrado, la gratificación de cuatro Mártires Argentinos. Realmente hemos recibido la fuerza del Espíritu Santo y descubrimos que este espíritu se manifiesta en la vida entregada y ofrecida en la sangre derramada de estos hermanos nuestros y de tantos hermanos que han dado la vida por Jesucristo porque han nacido lo alto, porque han nacido en la fuerza del espíritu santo.
Pidamos al Señor en este día y especialmente a nuestros Mártires Argentinos que nos concedan aquello que necesitamos para vivir, una vida ofrecida al Señor y como Nicodemo podamos buscar la verdad en Jesús. Que tengan una hermosa semana.
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